El 30 de octubre, en el día de su cumpleaños 60, Diego Armando Maradona, se lo vio muy deteriorado en el Bosque. Como pudo, acudió a la cancha de Gimnasia en la previa del duelo ante Vélez para ser homenajeado por Chiqui Tapia y Marcelo Tinelli. Recibió los honores y no pudo continuar, por lo que tuvieron que llevarlo de vuelta a su casa.

El 2 de noviembre fue el inicio del trágico noviembre para Diego Maradona. A principios de mes el país se desayunaba con la noticia de que el "Diez" había sido traslado a una clínica de La Plata. "Un bajón anímico que afectó su alimentación, pero nada más", resumió su médico de cabecera Leopoldo Luque. Pero el asunto pasó a mayores cuando un día después tuvo que ser trasladado en una ambulancia de Swiss Medical a la Clínica Olivos, donde por la noche se le programó una intervención en la cabeza por un hematoma subdural.

¿Qué significó un hematoma subdural? Es una especie de coágulo en la cabeza, producido por una rotura traumática de vasos venosos que atraviesan el espacio subdural. Con términos más científicos, es una acumulación de sangre y de productos de la descomposición de la misma. La sangre se filtra de las venas y crean una bolsa que sobresale y ejerce presión sobre el cerebro. Si la misma es muy grande, puede lesionar o desgarrar el tejido cerebral cercano.

"La cirugía terminó con éxito, duró 80 minutos. El procedimiento transcurrió con total normalidad y sin complicaciones", le informaron a las 22.30 de ese día a Olé, desde el entorno de Maradona.

El 11 de noviembre, y luego de ocho días de internación, Diego recibió el alta y se dirigió a una casa en Nordelta para continuar con la recuperación. Desde ese momento no hubo más noticias acerca de su estado de salud hasta este fatídico día cuando se conoció lo peor.

En un barrio privado, alrededor de las 11, Maradona sufrió un paro cardíaco y no lo pudieron reanimar. Fue un mes cargado de problemas de salud que terminó de la peor forma.

Fuente: Olé