La costanera de nuestra ciudad fue escenario del desfile de uno de los autos clásicos en el mundo, cuya producción culminó en 1991. Se trata de los Citroën 3cv, que se llevaron todas las miradas el pasado domingo cuando varios fanáticos del modelo clásico de la marca francesa se reunieron para empezar a darle forma a una agrupación en el ámbito local.

La propuesta fue encabezada por Ana Sosa, Jorge Ferreyra y Leonardo Peretti, quienes comparten la pasión por estas máquinas retro de fabricación nacional. "Queremos juntar la gente que ama al Citroën 3cv, la famosa 'rana', para hacer algo lindo en la ciudad para todos los citroneros que se sienten representados con este auto", explicó Peretti, asegurando que es una iniciativa reciente: "Tenemos varios modelos ya en el grupo, 70, 72, 73 y 75", dijo.

Además comentó que estos automóviles tienen un mantenimiento bastante simple porque es un motor que no requiere mucha tecnología. “Es amor a mantener las cosas cuidadas y en condiciones, nada más que eso te hace que funcione porque es un motor noble", argumentó.

Peretti también explicó el cariño que tiene por su "citronave" -como él lo describe- y recordó las vivencias tras haberlo comprado por necesidad de movilidad, aunque terminó "enamorándose" de su máquina.

"En el caso personal lo tengo como auto principal. Uno vivió vacaciones con él y todo el mundo se asombra por haber viajado con la ‘rana’ hasta cierto punto, que por ahí van con autos más modernos y uno se llega con este auto que no tiene nada que envidiarle a otros. A partir de ahí se empieza a tenerle ese cariño y cuando transitás ese camino a través de los años lo hacés parte de uno", indicó.

"Vas a 80 km/h en la ruta, los momentos se hacen extensos, compartís más cosas en la familia y ahí se empieza a valorar", contó Peretti.

Los Citroën 3cv ya tienen su grupo de fanáticos en la ciudad

Amor por lo retro

Por otro lado, Ana Sosa explicó que su amor por la "rana" nació porque le gustan los autos "retro" y contó que la iniciativa para conformar un grupo en San Francisco fue espontánea. "Lo encontré a Leo (Peretti), a Martín Ferreyra, a Nahuel Torletti que ya lo conocía de un encuentro en Villa del Rosario, a Lucio Bogliotti, y así empezó la iniciativa porque sé que por ahí algunos no se animan. Cuando hay alguien que lo hace se animan y se acercan", indicó.

De esta manera surgió este grupo de fanáticos de la "citronave", cuyos miembros esperan seguir sumando más entusiastas de una de las joyas retro de fabricación nacional.

Argentina y el 3CV

Los primeros 2CV, su antecesor, llegan a Argentina en la década del ‘60 con motores de 425 cc e innovaciones como limpiaparabrisas mecánico, regulación de faros desde el interior y el arranque que se hacía desde el habitáculo, tirando un cable que accionaba el béndix.

En 1967 se erige en el barrio de Barracas, de Buenos Aires, la primera fábrica argentina de Citroën y allí desarrollan el 3CV que se diferenció de su antecesor por poseer un motor de 605cc con 28 cv que se fabricó junto con el AMI 8, los furgones y el Mehari (ya populares en Europa y norte de África).

La planta se desactivó en 1982 con 23.703 vehículos vendidos y fue comprada por Eduardo Sai-Larí, que retomó la fabricación de los 3CV bajo la marca IES y luego diseñó el América y Súper América, que contaba con algunas reformas criollas como las ópticas cuadradas, cambio en la estética del capot e interior y en el sistema de suspensión, el cual fue un total fracaso.

Por problemas legales cerró definitivamente la fábrica unos años más tarde.

Se produjo hasta 1991

A pesar de que “3 cv” es el nombre con el que más se lo conoce en Argentina, en el resto del mundo siempre mantuvo el nombre de su antecesor, el cual se produjo en Portugal hasta 1991, vendiéndose un total de 3.872.583 “2 cv”, luego de 41 años y 8 meses de producción de este raro, innovador, fiel, simpático y simple auto.