Eusebio "Tito" Lamberti es ciudadano ilustre y un vecino muy querido en San Francisco. Muchos recuerdan sus años como portero en el Colegio San Martín, donde todos los días dejaba una frase en los pizarrones. En los últimos años estaba a cargo de la Biblioteca de El Tala -el club de sus amores- a quién le donó el único capital heredado de sus padres: su casa.

A su edad, 83 años, la salud de "Tito" comenzó a deteriorarse y necesita colocarse una prótesis en su cadera. Sus amigos Edgardo Benvenuto, Raúl Ludeña, Víctor Balangione y Antonio Dimonte iniciaron una campaña para ayudarlo a concretar esa operación, pero también para reacondicionar su casa que está algo deteriorada.

Sin lugar a dudas, en esta pequeña historia de solidaridad y amistad se evidencia toda una reflexión de vida: "Recibes lo que das". Y "Tito" le dio tanto amor y cariño a sus amistades que hoy lo recibe de vuelta con creces.

"Empezó a tener problemas el año pasado en su pierna, hoy no puede casi caminar. En agosto lo acompañamos al médico, de Fernando Prámparo, le hicieron una radiografía y le dijo que tenia que operarse, sí o sí", contó Benvenuto. "Él fue siempre muy reacio a ir al médico, creo que fue dos veces en su vida y una porque tuvo un accidente en la bicicleta", agregó Dimonte.

Sus amigos consiguieron convencerlo para que se opere y al mismo tiempo, también lo convencieron para que se aloje en una residencia para adultos mayores, donde tiene mayores cuidados en la etapa previa a la operación. "Tenía que operarse el 30 de septiembre, pero le aparecieron unos inconvenientes de salud que se deben solucionar para operarlo, hay que esperar. Él está bien y cuando se opere va a estar bien también, mejor que antes", agregó Benvenuto.

"Tiene una salud de hierro, pero tiene problemas lógicos por la edad", contó Dimonte.

Estimados amigos de Tito A casi un mes de haberse iniciado el proceso de “ayudando a sanar a Tito” informamos que aún...

Publicada por Ayudemos a Tito Lamberti en Martes, 13 de octubre de 2020

Eusebio "Tito" Lamberti

Es hijo de Constancia Puchietti y Juan Lamberti. Nació en nuestra ciudad el 9 de noviembre de 1936. Se desempeñó durante 14 años en la fábrica de productos alimenticios Tampieri; luego pasó por una fábrica de muebles metálicos antes de llegar al San Martín para ser durante 22 años ordenanza.

Fanático del cine, de los libros -que compra, lee y luego dona- y de su querido club El Tala donde fue jugador, director técnico y ocupó casi todos los puestos dentro de la institución. 

Publicó tres libros titulados: "Los tiempos del barrilete", "El camino de la vida" y "Años de colegio, días de video, poesía y otros relatos".

En junio de 2014 recibió la distinción de Ciudadano Ilustre de San Francisco, otorgada por el Concejo Deliberante. Además, fue distinguido por Uces como "maestro inolvidable".

La casa de un hito local

Además de la operación, sus amigos notaron que la casa donde vivía necesitaba varias reparaciones para que "Tito" pueda tener una mejor calidad de vida. Es por eso, que además de ayudarlo a operarse también le realizarán una reparación integral de su vivienda de barrio Catedral, donde vivió toda su vida.

"Después de la operación él va a estar bien y no quiere quedarse en el geriátrico, entonces como va a volver a su casa se la vamos a reparar", explicó Dimonte. Y agregó: "La casa se la donó a El Tala y es intocable, le vamos a llevar ahí la biblioteca y estamos en tratativas con el club, pero nuestra idea es que esa casa trascienda a su vida como la casa de un hito en San Francisco. El club debe tomar un decisión y estamos esperando".

"Él sembró amor en su bicicleta y se olvidó de él. La casa nunca la tocó, está muy deteriorada pero él nunca se quejaba, jamás le pidió nada a nadie", indicó Dimonte.

"Nunca va a haber alguien como él, conseguimos convencerlo que de se dejé ayudar, fue lo mas difícil", dijo Dimonte. 

"Ayudemos a Tito": la movida solidaria para ayudar a un ciudadano ilustre
"Tito" Lamberti y su compañera de aventuras: su bicicleta.

"Nunca va a haber alguien como él"

Los amigos de "Tito" explicaron que luego de esta iniciativa tuvieron que "frenar a la gente". "La gran solidaridad para con Tito hizo que tengamos que frenar los aportes para organizar lo que vamos a hacer. Empezaron a llover las ayudas. Hoy ya tenemos bien organizado el tema de la ayuda para la operación y para la reparación de la casa, en unos días vamos a rendir cuentas de lo que se hizo con el dinero", explicó Dimonte.

"Es un ícono de San Francisco, si no lo cuidamos la sociedad nos va a juzgar. Vamos a hacer todo por él, no pide nada, pero no podemos dejar desapercibido a un tipo como él", agregó.

"El mejor amigo de todo el mundo"

Dimonte lo describe como "un ser puro, sin maldad, bastante solitario, muy bohemio, anti-consumista, altruista y solidario en su máxima expresión".

"En su vida en sociedad es un amante de los niños, de la juventud sana, de las madres, de la belleza, del buen cine, del básquetbol, de la lectura, de la escritura, del Colegio San Martín y sobre todo, amante de la vida. Este cóctel de virtudes hizo que se distinga sobre todos nosotros para ser el mejor amigo del mundo, incluso de quienes no lo conocen", indicó.