La muerte de un joven de 19 años el pasado fin de semana en Frontera es materia de investigación para la Justicia santafesina. Es que, si bien en primera instancia se sospecha de un suicidio, la familia de la víctima tiene sus dudas.

La causa de la muerte de Gino Ponce es “asfixia”, aunque según la familia podría no haber sido causada por el ahorcamiento con algún material, sino por algún tercero. El triste final para este joven se registró el pasado  domingo 4 de octubre, cuando fue hallado sin vida en la madrugada en un sector de la calle 112, en Frontera. 

Su padre, Darío Ponce, explicó a El Periódico que la causa avanza y que esperan novedades: “Está en investigación la muerte de mi hijo. Él murió por asfixia. Tiene algunos hematomas en el cuerpo, no son muchos; además mucho rasgo de violencia no tiene”, explicó, pero agregó: “Sí sabemos que venía teniendo amenazas de parte de otro chico”.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron a este medio las pericias en la escena donde fue hallado el cuerpo de Gino y sobre el mismo no indican presencia de terceros. No obstante, aseguraron que se investigan todas las hipótesis (algunas ya descartadas –informaron- con evidencia), pero particularmente se están reconstruyendo los últimos días de la víctima para descartar dudas. Por este motivo, se realizaron entrevistas a varias personas con ese fin.

"No había indicios"

Para Darío su hijo se encontraba lleno de vida y con proyectos a largo plazo: “Yo estoy convencido de que no se ahorcó. Tenía proyectos laborales, trabajaba con la suegra en una rotisería pero tenía proyectos para independizarse, algo que estaba complicado con la pandemia”, contó.

Luego, el padre de la víctima volvió a insistir en que su hijo sufría amenazas de parte de otro joven: “Él estaba asustado, quería irse a vivir a otra parte por las amenazas. Su teléfono lo tiene la Justicia. Además hay material de unas cámaras del interprovincial que captan una pelea de él con un muchacho y otras cosas. Hay testimonios y todo está siendo investigado”.

Ponce explicó que como familia tienen miedo a represalias al hablar y que por estas horas tenían custodia policial.

“Jamás se hubiese quitado la vida. No había indicios, nada. Él (por Gino) me hablaba ante cualquier cosa o problema y buscábamos la solución. No estaba a la buena de Dios y tratábamos de solucionar los problemas por más malos que sean. Tenía planes de alquilar otra casa con su novia…”, aseguró Ponce.