Pese a que este año, por el contexto de pandemia no se podrá realizar la procesión y se deberá prestar atención a las medidas de prevención, San Francisco tendrá sus festejos patronales. Al conmemorarse este domingo, el Día de San Francisco de Asís, se preparó una misa especial que tendrá lugar a las 10.30 en la iglesia Catedral.

La novena, cabe aclarar, comenzó el 25 de septiembre. Todos los días, a las 18.30 se reza el Rosario y a las 19 se realiza la Santa Misa en la iglesia Catedral. En tanto, este domingo será la celebración principal aunque sin la participación de las otras parroquias porque cada comunidad tendrá que celebrar en su lugar para respetar el distanciamiento social.

“Estamos propendiendo a celebraciones con menos gente, no multitudinarias, adaptados a esta situación. Desde julio tenemos en toda la provincia de Córdoba la posibilidad de llevar a cabo las celebraciones comunitarias pero con algunas restricciones. Por ejemplo, los templos a la mitad de su capacidad, sumando tapabocas, los líquidos sanitizantes, etcétera. Esto se mantiene, pero ha llevado a que también limitemos muchas actividades”, explicó el obispo Sergio Buenanueva a El Periódico.

En ese sentido, monseñor ejemplificó con la suspensión, este año, de la Misión Ciudad en forma presencial, que este año optó por una modalidad virtual, con la difusión de videos motivacionales a través de las redes sociales.

Cambios tras la pandemia

Además de referirse a los festejos patronales, Buenanueva brindó su opinión respecto a los cambios que trajo la pandemia en las personas.

“Hay de todo. Desde la diócesis estamos tratando de observar y acompañar. Observar qué está pasando, porque la pandemia ha acelerado muchos procesos en todos los niveles de la vida, también el religioso. Económico, social, político. Y después acompañar a las personas, porque ya es mucho tiempo, hay mucha incertidumbre, mucho miedo, mucha mirada hacia el futuro que se ve oscuro. Hay mucha zozobra interior en muchas personas”, destacó y amplió: “Algunas, por su forma de ser, encuentran una fuerza interior para reponerse, para salir adelante. Otras claudican más fácilmente. Por eso creo que hay que acompañar a las personas, a los grupos. También nos afecta a nosotros, los curas. Somos personas de carne y hueso. Los agentes de pastoral lo mismo, hay quienes tienen más ánimos. Otros, se desaniman más fácilmente. Y otros toman esto como un desafío”, expresó.

El obispo destacó que en muchos de estos casos aparece la solidaridad. “La solidaridad o la respuesta a las necesidades de los más vulnerables, sea por pobreza o soledad, ha sido muy buena”, dijo y ejemplificó con los buenos resultados que dieron las colectas de Cáritas y Más por Menos.

Y en ese sentido resaltó, aún más, el trabajo del personal de la salud y, ya fuera del contexto especial de pandemia, de los bomberos. “Hay dos sectores que creo que han aparecido ahora con una nobleza muy grande. Todos los sanitaristas. Qué sería de la sociedad sin estos hombres y mujeres, médicos, enfermeros y otros efectores de salud que, incluso con bajísimos sueldos, dan lo mejor de sí, hasta dar la vida. Ya en nuestro país hay médicos y enfermeros que han muerto por estar expuestos sistemáticamente al Covid”, mencionó.

Seguidamente, Buenanueva agregó: “Y después lo que hemos visto en Córdoba: Bomberos de todos nuestros pueblos asistiendo a este drama que son los incendios. Eso nos hace ver que la sociedad tiene sectores que trabajan en pos el bien común, incluso sin una retribución adecuada al enorme sacrificio que realizan. Pero lo hacen porque tienen una experiencia interior de humanidad muy grande y eso me parece que hay que destacarlo”.

San Francisco de Asís, nuestro patrono y el de los animales

Los 4 de octubre se celebra el día de San Francisco de Asís, aunque falleció un 3 de octubre de 1226. Nacido con el nombre de Giovanni di Pietro Bernardone, fue canonizado por la Iglesia católica en 1228 como San Francisco. En italiano es conocido también como 'el pobrecillo de Asís'.

Fue el fundador de la Orden Franciscana, así como de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas, surgidas bajo la autoridad de la Iglesia católica en la Edad Media. Destaca como una de las grandes figuras de la espiritualidad en la historia del cristianismo.

Como Giovanni di Pietro Bernardone, era hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pero pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios.

En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de los musulmanes al cristianismo y su vida fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera.

Tal forma de vivir no fue aceptada por algunos de los nuevos miembros de la orden mientras ésta crecía; aun así, Francisco no fue reticente a una reorganización.

Como santo, se le considera como el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas, como marcas de Jesús.

Patrón de los animales

Por su devoción a los animales como criaturas de Dios, ha sido abrazado por la cultura del escultismo particularmente por la relación hacia los lobos.

San Francisco tendrá sus festejos patronales pero sin procesión

Cuando Giovanni renunció a la riqueza material y una vida tradicional, se dejaba acompañar de los animales, a quienes al parecer decía considerar como a sus "hermanos pequeños".

Según la historia que ha quedado hasta nuestros días, en sus días de oración y meditación, se rodeaba de estas criaturas, que supuestamente le entendían y con quienes se podía comunicar. Incluso se asegura que las aves podían formar bandadas en forma de cruz en honor a Cristo. También se cree que hizo manso a un lobo que devoraba animales de las granjas cercanas al lugar donde se encontraba el santo.

Es el patrono de los veterinarios y de los profesionales relacionados con bosques y forestas (ingenieros de montes, ingenieros forestales, agentes y guardas forestales, y otros cuerpos similares) y, por extensión, de los movimientos ecologistas que empeñan sus esfuerzos en el cuidado de la naturaleza y del ambiente.

Otros datos

Renunció a las seducciones del mundo para vivir en paz, humildad y libre de prejuicios para predicar la serenidad y alegría a los necesitados. Así fue como vivió San Francisco de Asís, el santo italiano que se festeja este 4 de octubre

Los estudiosos de su biografía cuentan que sintió la llamada a la vida religiosa durante su cautiverio en prisión en 1202: San Francisco fue encarcelado después de haber participado en un altercado entre las ciudades de Asís –donde nació en 1182– y Perugia. Murió en su ciudad natal, Asís, en 1226.

Tras fallecer, su cuerpo fue trasladado a su basílica en 1230, pero pronto fue ocultado por los franciscanos para protegerlo de los invasores sarracenos. La ubicación de su cuerpo quedó en el olvido, y no fue redescubierto hasta casi seis siglos después, en 1818.