El brote de coronavirus registrado en la localidad cordobesa de Justiniano Posse luego de una misa y procesión ya suma 70 casos activos y más de 1.600 personas aisladas, según las cifras difundidas por la Municipalidad de esa localidad. El Gobierno local de esta ciudad del sureste provincial tuvo que restringir en gran medida numerosas actividades y este sábado anunció además que se limitaban las consultas en el Hospital Municipal.

El brote de contagios fue originado en una misa celebrada días atrás con una importante concurrencia, según confirmaron autoridades sanitarias regionales. Se calcula que hubo más de 100 personas. Ante esto, la Iglesia y el párroco que la impulsaron fueron blanco de críticas en la localidad.

Si bien las autoridades locales por el momento no decidieron la vuelta a fase 1, como en muchas otras ciudades del país, sí se limitaron en gran manera las actividades en la ciudad. La estrategia que lleva adelante la Municipalidad implica además de varias restricciones y cierres, el aislamiento preventivo a personas con síntomas compatibles, contactos estrechos y contactos de esos contactos.

Por otra parte, la Justicia Federal investiga la responsabilidad que le cabe al sacerdote Ariel Mantelli, quien según testigos pidió a los fieles quitarse el barbijo durante la cuestionada misa y procesión. Según consignó el medio local Posdata, el intendente Gerardo Zuin entregó al fiscal federal de Bell Ville, José María Uriarte, la información que le fue requerida para avanzar con la causa. 

Además, el Obispado de Villa María, al cual pertenece la parroquia involucrada, emitió un comunicado respaldando la actuación de la Justicia y reiterando que deben cumplirse los protocolos sanitarios.

Brote con ayuda del sacerdote

El caso que tomó repercusión en los últimos días y demuestra una vez más cómo la situación en una comunidad puede cambiar de la noche a la mañana donde menos se piensa. En esta localidad de unos 10 mil habitantes en el departamento Unión, en el sureste provincial, habían tenido apenas dos casos importados en marzo. Desde entonces, ni uno solo. Hasta que hace poco más de una semana, el 8 de septiembre, se realizó una misa y procesión por la patrona del pueblo, Natividad de la Virgen María. Según testigos, el sacerdote Mantelli pidió a los fieles sacarse el barbijo, porque Dios los iba a proteger. Las imágenes que se difundieron de la misa muestran a una gran cantidad de personas sin barbijo ni distancia.

El sacerdote, según aseguró un periodista local, se mostró siempre como “anticuarentena” y hasta “antivacunas” en sus redes sociales, que eliminó días atrás.