El programa Potenciar Acompañamiento anunciado por el Gobierno nacional a principios de agosto, que destina una beca de 8.500 pesos para aquellas personas que estén transitando su última etapa en el tratamiento de adicciones, mantiene expectantes a las autoridades provinciales que creen que habrá desembarco en Córdoba y en su interior.

Darío Gigena Parker, a cargo de la Secretaría de Prevención de Adicciones de la Provincia de Córdoba, percibe que tarde o temprano la iniciativa que tiene el fin de promover un proyecto de vida saludable para la reinserción comunitaria del adicto “se va a dar” y lo fundamentó en el pedido que les hicieron de hacer un relevamiento con los potenciales beneficiarios, tanto en Capital como en el interior: “No creo que sea en esta primera corte, pero confiamos en que llegará”, señaló el funcionario a El Periódico.

Los detalles de este plan aún no se conocen ya que están conformando la unidad ejecutora desde la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar), que delineará los requisitos para su alcance. Lo que se sabe es que será gestionado por esta entidad, aunque el aporte vendrá del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

“Aunque para las provincias del interior todavía no hay novedades sobre el alcance que podría tener, se trabaja actualmente en Córdoba en un relevamiento que permita conocer los potenciales beneficiarios, tanto en Capital como en el interior”.

Gigena Parker señaló que se trata de una iniciativa positiva “siempre y cuando se haga un correcto seguimiento”. La idea es que en un futuro pueda ampliarse a todas las comunidades e instituciones que trabajan en la temática y no solamente las financiadas por Sedronar.

“Estamos trabajando en el relevamiento para conocer qué cantidad de personas podrían ser las beneficiarias. La primera instancia apunta a los pacientes de atención directa del Sedronar y los centros de atención que tienen convenio con ellos. Para las provincias no estaba previsto, pero me comunicaron que estaban trabajando con el Ministerio de Desarrollo Social para que haya un cupo. Por eso estamos relevando”, comentó Gigena Parker.

En Córdoba el análisis se hace sobre los pacientes que conforman la Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba (Raac), al que pertenece la Comunidad Terapéutica "Intendente Mariano Planells", ubicada en el Hospital Iturraspe de nuestra ciudad. Al momento de brindar un número estimativo de beneficiarios a nivel local y regional, el funcionario mencionó que alrededor de 150 podrían estar contemplados, aunque es una primera percepción y se trata de un número elevado en el caso de darse.

Comunidad Terapéutica

- Funciona en San Francisco desde fines de marzo de 2019.

- 773 pacientes se atendieron de manera ambulatoria, desde su apertura.

- En los últimos 30 días, en tratamiento hubo 91 pacientes. Un 15 por ciento fueron mujeres.

- Además, desde que existe se realizaron 20.037 prestaciones: terapia individual, en grupo o en familia, atención de un psiquiatra, entre otras.

- Las principales consultas que se tratan son por adicciones al alcohol, la marihuana, cocaína y sus derivados, y las pastillas farmacológicas.


"Es muy costoso para el sistema que la persona vuelva a recaer"

Gigena Parker también se refirió a la importancia del programa, que implicaría llevarlo adelante y la necesidad de que el adicto que obtenga la beca tenga un buen acompañamiento para cumplir el objetivo. 

- ¿Qué opinión le merece el programa Potenciar Acompañamiento, el cual generó varias repercusiones desde su anuncio?

El problema que se pretende resolver es que las personas que hicieron un buen proceso de recuperación no sufran un escollo que, no es al inicio del tratamiento sino justamente en la parte final. Está destinado aquellas personas que se mantuvieron en el proceso terapéutico, pero que luego tienen una enorme dificultad para la reinserción social, ya sea porque dañaron muchos sus redes de confianza, contención o apoyo y perdieron muchos años debido a este problema. Eso los dejó afuera de procesos educativos, de aprender oficios y han hecho una red social vinculada al problema que tienen y por el cual están en recuperación.

¿Hay chances de aplicar en San Francisco el programa que subsidia a adictos en recuperación?

- ¿Son personas en recuperación a las cuales no les dan muchas alternativas una vez terminado un tratamiento?

La alternativa de estas personas, de salir adelante, se ven dificultadas por esto. Por más buen tratamiento que se haga existe una imposibilidad de reinserción social, de que ocupe de manera productiva y saludable el tiempo libre, de que pueda realizarse como persona, tener un proyecto de vida basado en el trabajo. Esto es algo que le está vedado mucho más a una persona con problemas de adicciones, trastornos por consumo de sustancias que al resto de la población, que claro también tiene problemas. Pero los problemas que tiene esta población (en relación a la que sufre adicciones) es más severo porque definitivamente hace que no se recuperen finalmente y vuelvan a lo mismo porque no tienen posibilidades de cambiar su vida.

- ¿La intención es buena, reconoce?

Es una muy buena medida, que va a dar la posibilidad de que el beneficiario pueda tener actividades complementarias alternativas al tratamiento hasta que pueda conseguir un trabajo. Es muy costoso para el sistema que la persona vuelva a recaer, que vuelva al consumo activo y eso tiene consecuencias inconmensurables. Por eso es muy positivo esto. Creo que el diseño del programa va a ser clave, es decir, el establecimiento de las condiciones para que una persona pueda acceder, por ejemplo que la persona no tenga trabajo ni posibilidades de tener uno (el 45% de las personas en recuperación no lo tiene), que no sea candidato a otros planes. Por eso una de las condiciones que existe es que la persona esté por lo menos seis meses dentro de un proceso terapéutico comunitario de apoyo para inhibir las posibilidades de que ese apoyo económico sea desviado para otros fines que no sea para reinserción social.

- Es ahí donde se vuelve clave el acompañamiento.

Los profesionales que acompañen tendrán que garantizar que termine el tratamiento. Muchas veces sucede que no completan el proceso porque necesitan ese tiempo para generar un sustento. Por eso creemos que puede ser positivo, es un paso intermedio entre la culminación del tratamiento y hasta que se consigue un trabajo. Tener plata para el transporte en ese tiempo de búsqueda o mientras se aprende un oficio. Crear un lazo de confianza con la comunidad, también. Sin un ingreso para resolver esto se complica mucho. Es claro que habrá que garantizar que ese monto sirva para su recuperación y no que se transforme en un problema (que pueda usarse para consumir). Si no cumple ese fin, el equipo que acompaña le puede interrumpir el programa.

- ¿Hay expectativas de un alcance provincial?

Nuestra percepción es que se va a dar, si no nos hubieran pedido un estimativo de personas beneficiarias, pero no creo sea en este primer corte. Ya hay un primer panorama que pudimos leer y estudiar y tenemos un preformulario para llenar y ver cuáles de las personas cumplen los requisitos o no. Estamos haciendo lo que debemos hacer para que el programa llegue rápido a Córdoba.


En qué consiste el programa

La iniciativa prevé que en el primer año, además de continuar con el tratamiento, quienes reciban el sibsidio participarán en la red de trabajo diario del dispositivo, que va desde la preparación de alimentos, compras, limpieza y mantenimiento del lugar donde se encuentran haciendo el rehabilitamiento, hasta acompañar a los compañeros al médico y ayudarlos a gestionar un trámite, entre otras tareas de cuidados, que tendrán un reconocimiento remunerado. Asumiendo, en este proceso, compromisos personales y con los demás dentro del espacio, y retomando sus lazos familiares y afectivos.

Para consultar sobre adicciones y pedir atención pueden comunicarse al teléfono (0351) 3651926.

Durante este período, en el que habrá una certificación trimestral de tareas, los jóvenes estarán a cargo de un “acompañante par”, que bajo una estrategia de cuidado “cuerpo a cuerpo” llevarán adelante un seguimiento y asistencia para la construcción de un proyecto de vida saludable. Son tutores que ya transitaron su tratamiento y la inserción comunitaria.

Luego, y tras realizar una evaluación interdisciplinaria, la persona puede optar entre finalizar sus estudios primarios y/o secundarios, realizar una capacitación en el marco de la formación profesional o sociolaboral, o incluirse en alguna línea socioproductiva o sociocomunitaria del Potenciar Trabajo de Desarrollo Social. El programa estará bancarizado y el monto es de 8500 pesos por mes, la mitad del salario mínimo, vital y móvil.