Una de las presuntas víctimas de la evasión millonaria que investigan las justicias federales de Córdoba y San Francisco, y que ya tiene nueve detenidos en la región por la emisión de facturas truchas, contó cómo fue engañada por uno de los actuales implicados en la causa.

Romina, una joven de unos 20 años (se resguardó su nombre completo ante el avance de la investigación) contó que se dio cuenta que algo raro había pasado cuando quiso tramitar la Asignación Universal por Hijo (AUH) en Anses, pero se la negaron. ¿Por qué? Según le respondieron figuraba como aportante. Ya en la Afip le informaron que era la dueña de una empresa agropecuaria mayorista y que además de ello debía 150 mil pesos de impuestos.

El relato lo hizo a FMR 90.7, donde detalló que la historia inició antes, cuando comenzó en 2018 a trabajar en una firma de préstamos diarios a la gente, tras ser contactada por uno de los actuales detenidos.

“Mi trabajo consistía en controlar el pago de los créditos que le daban a la gente. La financiera era muy rara, no tenía cartel afuera, antes de abrir la puerta espiaban quién era y luego abrían la puerta”, explicó.

“Al mes de mi trabajo me dijeron que me ponían en blanco, me llevaron a la Afip en San Francisco… eso me puso contenta porque pasaría a tener una mutual para mi bebé. Luego me llevaron a un banco a abrir una cuenta para poder cobrar mi sueldo y tener una tarjeta”, agregó.

La entrevistada señaló que, al mes y medio, al ver cosas que le resultaron raras decidió renunciar.

“Me pagaban poco y nunca usé la cuenta del banco. Hace unos meses quise tramitar la   AUH para mi bebé, pero en Anses me dijeron que figuro como aportante. Sin entender nada pregunté en Afip y me dijeron que era la dueña de una empresa agropecuaria  mayorista y que debo 150 mil pesos de impuestos; casi me desmayo”, agregó.

Romina contó que consultó a un abogado de la ciudad que se limitó a recomendarle que pague la deuda. Luego una contadora cambió su clave fiscal para evitar que le sigan usando su nombre. Enterada de los allanamientos del lunes pasado y la investigación en marcha, cayó en la cuenta de lo que le había ocurrido.

“Confío en que me liberen de estos corruptos, nunca pensé que alguien se animara a investigarlos, todos me dijeron que no hiciera la denuncia. Pero necesito trabajar y gestionar los beneficios para mi bebé”.

Según surgiría del monto adeudado a la Afip, la empresa fantasma que facturó a su nombre lo habría hecho por alrededor de un millón de pesos entre fines de 2018 y mediados de 2019.

La causa

Lo que se trata de corroborar es la existencia una banda organizada para cometer estos delitos impositivos, vinculada a contadores de Córdoba capital y de San Francisco, informaron a El Periódico fuentes de la investigación, destacando entre las metodologías utilizadas la apropiación de la clave fiscal de personas sin capacidad contributiva, con el fin de generar las facturas falsas que habrían sido utilizadas para reducir el monto de los impuestos que debían pagar sus clientes. Además mencionaron la creación de empresas fantasmas, sin capacidad económica ni movimiento bancario, que también se usaban para facturar.

Según se desprende de la investigación, la estafa fue hacia personas de bajos recursos económicos, ya que al utilizarse su nombre y su clave fiscal para hacer estas facturas, en muchos casos dejaron de percibir beneficios que eran de carácter alimentario, tales como la Asignación Universal y más acá en adelante el IFE. En algunos casos, al desconocerse la maniobra, se encontraron luego con deuda ante la Afip. Estos hechos motivaron denuncias no sólo en nuestra región, sino en otras provincias.

Las fuentes consultadas informaron que son unas 2.700 las facturas falsas a través de las cuales se habría emitido documentación adulterada en nuestra región por más de $2.800 millones.