Las lluvias registradas en los últimos días en gran parte del área agrícola representaron una mejora en las perspectivas de la producción para la campaña 2020/21, aunque los perjuicios ocasionados por el estrés hídrico de las semanas previas dejarían marcas “irreversibles” en los rindes del trigo y las proyecciones de siembra en el girasol.

La información fue suministrada por el Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y tiene una importancia especial en función del peso que el sector agrícola tiene en el comercio exterior argentino y en la generación de divisas genuinas.

Al respecto, la Bolsa de Cereales de Rosario indicó recientemente que las cinco cadenas agroindustriales más destacadas (soja, maíz, trigo, girasol y cebada) representaron en el primer semestre un ingreso de divisas de US$ 13.631 millones, el 29,2% del total de las exportaciones de país en ese período.

De acuerdo con la Bolsa de Cereales porteña, en las zonas del centro y sur hubo mejoras en las condiciones del trigo por el aporte de lluvias, pero “considerando las limitaciones de crecimiento que ha sufrido en lo que va del ciclo, se prevén mermas irreversibles sobre el potencial de rinde a cosecha”.

En cuanto a los trigos implantados al norte del país, permanecen comprometidos por estrés hídrico debido a que recibieron escasas o nulas precipitaciones durante los últimos días, a diferencia de la región centro y sur.

Al respecto, el reporte de la Bolsa de Cereales señaló que tanto en el NOA como en el NEA En las regiones NOA y NEA “casi no se han registrado lluvias en esta semana y a medida que pasan los días disminuye la capacidad de recuperación del cultivo”.

Por el contrario, las lluvias registradas en la franja central del área agrícola frenaron el deterioro de los cuadros implantados en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires.

“Estas recargas de humedad llegan al inicio de las etapas críticas del cereal y en las próximas semanas se podrá evaluar más precisamente el nivel de recuperación en la condición del cultivo”, indicó la entidad.

Asimismo, en el sur del área agrícola nacional, donde el cereal prácticamente no presentaba signos de estrés hídrico, “con estos registros recibe un nuevo impulso de crecimiento y de recuperación del golpe de las heladas”, añadió.

La distribución geográfica de las lluvias no favoreció tanto a los cultivos de girasol, cuya siembra se desarrolla con una demora de 19 puntos porcentuales en comparación con la campaña anterior.

“Bajo este escenario de incertidumbre climática, no se descarta un nuevo ajuste si no se concretan los pronósticos a corto plazo para el norte del país”, remarcó la Bolsa, en referencia al informe previo que daba cuenta de una reducción de 200.000 hectáreas en las proyecciones de área sembrada. (NA)