Con el objetivo de fomentar la inclusión, el Pequeño Cottolengo Don Orione realizará una maratón virtual inclusiva, es decir, destinada a toda persona que quiera participar. Cada uno realizará actividad física y compartirá los resultados con la entidad a través de sus redes sociales. Las inscripciones están abiertas.

En ese sentido, El Periódico dialogó con el director de la entidad, el sacerdote Abel Olmedo, que explicó que se trata de un proyecto que ya venía siendo analizado desde hace unos años y que en plena pandemia pudo concretarse.

También se refirieron a la iniciativa Sofía Tortosa, profesora de Educación Física, y Gastón Giustetti, orientador. 

"La idea es hacerla inclusiva. Al no haber puesto parámetros, buscamos que no haya diferencias y que pueda participar la mayor cantidad de gente posible. Queremos mostrar que a través del deporte se puede incluir. Que pueda participar la persona que se traslada en silla de ruedas o andador, la señora mayor que solo camina hasta el almacén, hasta el atleta que entrena para competencias", detalló Tortosa.

La profesora de Educación Física indicó, además, qué actividades se proponen: "Dentro de las actividades permitidas por el COE tenemos caminata, trote y bicicleta. Queremos recordar que respeten las medidas de prevención recomendadas. Es meramente recreativa, no es competitiva, al realizarla ganamos todo. La idea es compartir el trabajo de todos los participantes de todas las localidades y de todas las instituciones que fueron representadas, porque hay gente que representa instituciones, ya sea clubes, escuelas, eso es también lo lindo de esta actividad, unirnos y aprobar la inclusión. Ya hay 100 inscriptos. Hay gente de Mendoza, San Juan, Buenos Aires, que ya nos estuvieron compartiendo los videos".

Esta semana, los interesados podrán realizar las inscripciones, hasta el sábado 5 de septiembre inclusive, a través del corro electrónico juntoscorremoscoto@gmail.com. La semana que viene, en tanto, deberán compartirse las actividades realizadas con el Cottolengo, ya sea tomando una captura de pantalla si se tiene una aplicación móvil de running en el celular, o una selfie.

Intercambio con la sociedad e inclusión

A su turno, Giustetti se refirió a la forma de trabajo de la institución organizadora. "Dentro del Cottolengo Don Orione trabajamos con el paradigma de la calidad de vida, nos centramos en planificar la actividad teniendo en cuenta las necesidades e intereses de la persona, en este caso con discapacidad, y apuntamos a su inclusión social. Esta actividad que surge del área Educación Física la abordamos interdisciplinariamente con este fin, el de mejorar el día a día de la persona, ese es el objetivo más importante", dijo.

La maratón virtual inclusiva del Cottolengo ya superó los 100 inscriptos

Y agregó: "Tenemos en cuenta también las redes, inevitables hoy en día, y más con esta pandemia, por eso recomendamos el uso de las redes. Dentro de la institución, este año fue muy particular, entones con los residentes estamos haciendo uso de las tecnologías para su comunicación, ya sea con familiares como con esta iniciativa en particular, para promover este intercambio con la sociedad y generar esta inclusión".

Vale mencionar que por ello, los residentes también participarán siguiendo un recorrido dentro de la institución. "Ya tenemos el recorrido armado, los numeritos para las remeras, todo listo para realizar la maratón online y después compartirla hacia la comunidad. Esperamos que sea la primera de muchas, que las personas nos vayan conociendo y a la discapacidad en sí, por eso invitamos a la mayor cantidad de gente a que se sume", expresó Tortosa.

Desde la entidad brindaron un agradecimiento a Rubén Machado y Mariela Hang, miembros de TGD Padres TEA, que los ayudaron en la difusión del evento, y  al municipio por declarar de interés municipal la actividad.

Proyectos

Este fin de semana, el Pequeño Cottolengo Don Orione llevó adelante su tradicional venta de pastelitos. Pero también realizó durante el año dos ventas de locro, en las que se vendieron unas 2600 porciones.

"Lo que se recaudó con el locro fue para comprar los colchones de los residentes que tenían un uso de 5 años, la idea era renovarlos. En cuanto a pastelitos, este año se tercerizó, le pedimos a una señora que nos ayude a armarlos y lo recaudado lo destinamos a una obra de remodelación iniciada año pasado en el sector de mujeres. El material de construcción está pagado. Falta pagar mano de obra y cosas que van surgiendo, pagarle a los albañiles, electricistas, pintores", dijo Olmedo, que recordó que el grupo promotor de la actividad fue Amigos de Don Orione.

Gisutetti explicó, además, que pese a que algunos proyectos pensados puertas hacia afuera debieron postergarse por la pandemia, se sigue trabajando hacia adentro con los talleres tradicionales. "Los residentes trabajan por talleres, desde cocina, estimulación, educación física, están abordados por profesionales, hay terapistas ocupacionales, enfermeros, médicos. Esa es la dinámica en sí, proyectos para la calidad de vida. Esto de la remodelación que se está haciendo es pensando en la persona, trabajar en su privacidad, por eso se están haciendo habitaciones nuevas. La planificación de este tipo de actividades es pensando en una vida más saludable, en inclusión, en salir del asistencialismo. Ellos también tienen necesidades y nos enfocamos en sus intereses. En base a eso planificamos las actividades".

"Lamentablemente este año quedaron cerrados muchos proyectos que teníamos hacia afuera. Por la situación excepcional que vivimos no se van a poder llevar a cabo pero sí quedan para el año que viene", sumó.

Sobre el final, Giustetti destacó que en época de aislamiento, el apoyo interno tuvo un protagonismo especial. "Entre ellos hay una buena dinámica, son muchas personas y a veces hay roces, pero somos una gran familia. Creo que todos aportamos al bienestar de cada uno".