El 5 de julio de 2019, el Tribunal conformado por el vocal de la Cámara Criminal y Correccional, Claudio Requena; la jueza de Ejecución Penal, María Teresa Garay, y el juez Penal en lo Juvenil Andrés Peretti, condenó a siete años de prisión a Carlos Esteban Fuentes por abuso sexual a distintas jóvenes cuando eran niñas. Pero en la sentencia se dispuso que no debía estar detenido hasta que la condena quede firme. Pasó más de un año del fallo y Fuentes continúa libre. Sus hijas, dos de las víctimas, decidieron romper el silencio.

Guadalupe (23) y Macarena Amantini (16), que denunciaron a su progenitor por abusos sexuales en la infancia, aseguran que les resulta muy difícil cerrar esa experiencia traumática de sus vidas porque el “fantasma” de Fuentes ronda por las calles de la ciudad libremente.

Macarena, -por su propia voluntad y consentimiento, y también con el consentimiento de su madre Sandra- dialogó por primera vez con la prensa y lo hizo a través de El Periódico. “Si bien una nunca puede terminar de cerrar esa etapa de mi vida, lo que necesito es que la Justicia haga algo y no hicieron nada, entonces esa herida no se termina de cerrar”, sostuvo la joven.

Restricción

La adolescente resaltó que se siente acompañada y contenida tanto por familiares como por amigos. Sin embargo, mostró su indignación ya que cada vez que tiene que salir a la calle debe llevar una orden de restricción de acercamiento hacia su progenitor.

Casi como una burla, la joven denunciante debe cargar consigo una orden judicial que le impide acercarse al hombre ya condenado por abuso sexual. Y explicaron que es el mismo Fuentes quien mensualmente renueva dicha restricción contra sus familiares.

“No puedo evitar salir al centro con mis amigos y tener miedo-insistió Macarena-, saber que tengo que estar pendiente de a quién tengo que llamar si lo veo, no puedo evitar que se me vengan un montón de pensamientos en la cabeza y me pongo muy mal. Además tengo que tener siempre el papel de la restricción en la mochila e ir cambiándolo de lugar, nada está solucionado, es como un fantasma que siempre va a estar ahí”.

En este sentido, su hermana Guadalupe manifestó haberlo cruzado en varias oportunidades en pleno 25 de Mayo: “Se me queda mirando fijo, como burlándose, la última vez que lo crucé tuve que levantar el teléfono simulando que lo filmaba porque se me venía directamente hacia mí, yo temblando saqué el teléfono y él se tapó la cara con una carpeta y se fue”.

Las hermanas coincidieron en no poder entender qué hace un abusador condenado dando vueltas en la calle: “Es indignante, frustrante, es algo que nos acecha constantemente”.

La situación pone de manifiesto la falta de celeridad en la Justicia en un caso de una persona condenada por gravísimos delitos hacia menores de edad, permaneciendo aún en las víctimas la sensación de impunidad ante la vulneración que sufrieron de sus derechos.

Otros casos

Ante la visibilidad que tuvo el caso, Macarena y Guadalupe se convirtieron en referentes en la lucha contra el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, tanto fue así que muchas personas se acercaron, ya sea personalmente o mediante redes, para contarles casos similares que habían vivido.

“Se acercó un montón de personas a contarnos situaciones similares, hay muchísimos casos lamentablemente. Nosotras tratamos de guiarlas, aconsejarlas y prepararlas según lo que hemos vivido. Pero les aseguramos que nunca más vamos a ser víctimas de nada, sea en el ámbito que sea, no nos vamos a callar más”, cerró Guadalupe.

Por qué sigue libre

Fuentes continúa en libertad hasta que la sentencia quede firme por el Tribunal Superior de Justicia. La decisión se amparó en el fallo Loyo Fraire de 2014, cuando la Corte Suprema le ordenó al TSJ flexibilizar las prisiones preventivas.

La familia de las víctimas, al momento de conocer esta situación se había manifestado de la siguiente manera: “Fue aplicado por un juez sobre una circunstancia que tenía que ver con estafas. Pero cómo se puede aplicar esto a esta situación donde se le está dando siete años de condena (por Fuentes) y se lo considera culpable por abuso. Y luego lo dejan suelto hasta que la condena quede firme”.

Nota: tras consultas a referentes de distintos ámbitos en el tema de Infancia y Adolescencia, y de Educación Sexual Integral, El Periódico decidió publicar el testimonio de la adolescente sin ocultar su identidad, como una forma de que pueda ejercer en igualdad de condiciones su derecho a manifestarse y a ser escuchada. La decisión se fundó además en el pedido y respaldo de la joven y de su familia.