En la tarde de este miércoles terminó la segunda jornada del juicio que se le sigue a Hernán Vietti Colomé, imputado por homicidio simple por el crimen de Jorge “Turco” Jaider en septiembre de 2017, fue su propio hermano Lucio Vietti Colomé quien dejó un testimonio que complicó aún más la situación del veterinario imputado: aseguró que era una persona violenta, admitió una pelea por la herencia familiar y dijo que sospechó que quería matarlo. Mañana jueves se esperan alegatos y podría estar la sentencia.

La declaración de este testigo, que posteriormente evitó el contacto con los medios de comunicación, es una de las más importantes en el juicio. ¿Por qué? Porque según la investigación de la Fiscalía, el veterinario había contratado a Jaider y a un socio (Omar Funes) para que "apretaran" a su hermano Lucio por un conflicto derivado por una herencia familiar y que por lo tanto el crimen de Jaider no se produjo por defensa ante asalto, como sostiene el veterinario.     

Lucio Vietti Colomé describió cómo era la relación que tenía con su hermano Hernán, a quien calificó como una persona violenta y relató un episodio en el que lo había agredido tomándolo del cuello en una discusión y que tuvo que intervenir un tercer hermano, Guillermo Vietti Colomé, quien lo liberó y evitó que la agresión no pase a mayores. "Cuando no encuentra palabras recurre a la violencia", dijo.

Además, aseguró conocer que su hermano le tenía "odio" desde hacía bastante tiempo, aunque dijo que no sabía si era por celos u otra causa.

En su declaración, Lucio Colomé reconoció que había un conflicto con su hermano menor Hernán por varias propiedades de la herencia familiar. Asimismo, dijo que cuando se enteró del crimen lo relacionó con otros episodios anteriores que habían ocurrido con su hermano.

También dijo que cuando fue alertado de que alguien lo quería matar (confirmando el testimonio de Funes), pensó que podía ser su hermano Hernán y que un día después lo había visto cerca de su lugar de trabajo en Santa Fe.

Lucio Colomé aseguró además que cuando recibió ese llamado de alerta habló con su otro hermano Guillermo, quien también coincidió en que esa amenaza debía ser el hermano de ambos, Hernán. Y relató que ambos habían recibido con correo electrónico de Hernán diciendo que "está pronto el final". 

El otro episodio fue cuando el veterinario fue encontrado en 2014 con armas cerca de su casa en Santa Fe, mientras dormía en una playa de estacionamiento, ocasión en la que estuvo detenido. De este último hecho, dijo que su hermano había dado distintas versiones, lo que le llamó la atención.

Mientras declaraba hubo un tenso careo entre los hermanos, a pedido de Hernán Vietti Colomé, que presencia las audiencias por videoconferencia.

En el primer día del juicio, el acusado interrumpió varias veces las declaraciones de los testigos, una actitud por la cual el Tribunal le llamó la atención. En la segunda jornada le requirió varias veces a su abogado que hiciera determinadas preguntas o aclaraciones

Cuál era la herencia

En otro tramo de su declaración, detalló que la herencia eran tres casas y cuatro terrenos, y que en 2017 todavía estaba en disputa. Y que finalmente, Hernán se quedó con una casa quinta, dos terrenos y dinero; mientras que él solo con una casa en Santa Fe. Asimismo, dijo que Hernán lo había llamado "ladrón y estafador". 

Por otra parte, el hermano del acusado contó que perdió 40 kilos en tres años por la angustia que le causó esta situación, que su propio hermano haya querido matarlo; y dijo que se decidió a declarar por el miedo que tenía, además de que pidió protección.

Lo que dijo el forense

También adquiere relevancia la declaración del médico forense Mariano Pispieiro, que intervino como perito. Haciendo una exposición técnica de su actuación, Pispieiro explicó cómo habían sido las pruebas recogidas en la escena del crimen y las heridas evaluadas en la autopsia de Jaider, y su explicación no favorecen la versión de una escena de asalto, como sostiene el acusado. Describió que las pruebas obtenidas muestran una cantidad de sangre en la entrada que no correspondían con nudillos sino con una hemorragia nasal y que la víctima fue hallada luego en una habitación del fondo, con múltiples fracturas que podrían indicar una brutal golpiza y no una caída.

Este miércoles también declaró Luis Cano, instructor de taekwondo, quien confirmó que el acusado tenía conocimientos de artes marciales y que había entrenado en su academia. Dijo que quien practica artes marciales tiene más herramientas para defenderse y controlar al oponente sin recurrir a violencia descontrolada.

Otro testimonio fue el de Agustina Mansilla, sobrina de Funes, quien señaló que su tío le había contado que había presentado a Jaider y Colomé, si bien no los había visto juntos. 

Además, Juan Manuel Lombardo, socio de Lucio Vietti Colomé, sostuvo varias de las declaraciones de este último y dijo que su socio había quedado muy afectado por la situación, que tenía mucho miedo y se había encerrado.

También prestó testimonio una hija de Omar Funes, Sandra Cabral, quien también apuntó a que Hernán Vietti Colomé conocía a su padre porque el veterinario iba a buscarlo a su casa. Manifestó que Jaider, Funes y Vietti no habían estado nunca juntos, pero desde la Fiscalía le leyeron una declaración anterior en la que dijo que los había visto y en ese momento afirmó que sí lo recordaba. 

Más testimonios lo complicaron

Ayer dos de los testigos complicaron al veterinario, entre ellos el del veterinario Roberto Ferrero, con quien mantenía una amistad además de la misma profesión, por la cual terminaron siendo socios en algún momento. Por esta relación, surgió el conocimiento entre Vietti Colomé y otro testigo en la causa, Omar “Funyo” Funes, quien acercó a la vida de estos a Jaider. El de Funes fue otro testimonio que le puso las cosas más difíciles al imputado.

En tanto, Vietti Colomé se mantuvo con el relato de que se defendió de un intento de asalto, lo que derivó en una lucha violenta. 

La acusación

Según la acusación, Jorge Jaider visitó la mañana del 22 de septiembre de 2017 la veterinaria de Vietti Colomé, en calle Iturraspe 1232. El objetivo era cobrar un dinero que el profesional le debía por haberlo contratado para hacer un trabajo: “apretarlo” a su hermano Lucio para dirimir una cuestión de herencia familiar. Habida cuenta que el veterinario no estaba dispuesto a seguir pagando por un trabajo que no se realizaba, este –según el expediente- para evitar que trascienda el motivo delictual “tomó a Jaider de la bufanda que tenía en su cuello y comenzó a propinarle golpes de puño”. Lo hizo hasta “asegurar el resultado buscado, la muerte de Jaider”. Según la autopsia, “el turco” murió por la combinación de asfixia y traumatismo de cráneo.