A unos 14 kilómetros de San Francisco, a la vera de ruta provincial 1, la sequía presente en todos los campos de la región que se puede observar mientras se transita dicha por esta arteria, se ve repentinamente zanjada por una gran laguna que atraviesa varias hectáreas: se trata de lo que años atrás fuera El complejo deportivo La Kava, donde se realizaron múltiples campeonatos de motociclismo, hoy trasformado en un área natural protegida bajo la ley 22.141, que alberga una impresionante variedad de fauna acuática y silvestre.    

La historia de la Kava tiene comienzos entre finales de los ’90 e inicios del 2000, cuando Vialidad Provincial decidió realizar obras de mejoras en ruta provincial 1 y el obrador se estableció en el sector para extraer tierras del lugar. Una vez realizadas las mejoras, llegó un conflicto que terminaría con un funcionario detenido, porque alrededor de 2003, el ex jefe comunal de Plaza Luxardo, Sergio Gaviglio fue condenado por defraudación al extraer tierras en formas “desmedidas”, según la acusación, y venderlas a terceros.

Estas extracciones terminaron conformando unas ocho hectáreas que le dieron vida a un circuito que utilizarían los amantes del motociclismo para diferentes campeonatos de motocross. 

Luego, algunas inundaciones que afectaron en gran parte el Departamento San Justo comenzarían a deteriorar el lugar y a volverlo intransitable. Sin embargo, esa agua que nunca se fue terminó dando lugar a la llegada de las más diversas especies de aves y peces que habitan este sitio desde hace varios años.

La pista de carreras que se convirtió en un área natural

“Mantenerla y cuidarla”

El intendente comunal de Plaza Luxardo, Víctor Burdino, que tiene bajo su jurisdicción el complejo La Kava recordó que el inicio fue a partir de las obras de mejoras en la ruta que atraviesa el pueblo.

“En su momento se había solicitado a Vialidad Provincial una tenencia temporal de los terrenos para hacer eventos deportivos y se hicieron varios campeonatos de motocross en el que venían miles de personas. Con el correr de los años y las inundaciones de 2012 a 2016, esto se fue llenando de agua y no se pudo hacer más nada”, declaró Burdino.

Una vez que las aguas comenzaron a formar todo un ecosistema con diversas variedades de aves que llegaban al predio, los miembros de la Asociación para el Medio Ambiente y su Dinámica (Amad) de San Francisco trabajaron para proteger este nuevo espacio natural.

“Queremos que quede como un área natural y que se mantenga, por eso siempre estamos atentos con el policía del pueblo ante cualquier irrupción. Hubo familias que venían con sus hijos a pescar y esto representa un peligro porque hay sectores con 4 o 5 metros de profundidad”, alertó el intendente.

La pista de carreras que se convirtió en un área natural

Custodios

La guardafaunas de San Francisco, Ernestina Sarvia señaló que hace años que Amad custodia La Kava y les reclama a las autoridades del pueblo y la provincia un plan de manejo para el área natural.

“Uno de los emprendedores de este tema fue Luis Gaviglio y hasta su muerte -en marzo de este año- él estuvo trabajando en un proyecto sobre cómo conservar La Kava”, señaló Saravia.

La ambientalista reconoció la importancia del lugar que ya conformó un pequeño ecosistema: “Cuando ya se detectan diferentes especies animales comienza a tener lugar un sistema biológico de conservación, porque dentro del sistema ambiental, las aves informan muchas cosas. Que haya tanta cantidad de aves, habla que todavía este espacio no está contaminado y tienen qué comer”, aseguró.  

La pista de carreras que se convirtió en un área natural

Según un relevamiento realizado por el mismo Gaviglio, llegó a divisar hasta mil ejemplares de aves en una jornada. Entre ellas contabilizó: cisnes cuello negro, coscorobas, cuervillos de cañada, gallaretas, jacanas, patos maiceros, gargantillas, sirirís pampa, picazos, macas chicos y grandes, teros reales,  garzas mora, biguás, Martín pescador, gaviotas, tordos, torcazas, caranchos, chimangos, aguiluchos, falaropolos, benteveo, horneros, carpinteros, tijeretas, golondrinas, cotorras y otras.

“Hay épocas que llegan también cisnes y flamencos -agregó Saravia-, que hacen paradas para descansar y seguir su viaje a Mar Chiquita. La mayoría son especies naturales que están en la región pero aprovechan el espacio que no es invadido por las personas para conformar su hogar”.

La pista de carreras que se convirtió en un área natural

Plan de manejo

Antes de su muerte, Gaviglio había preparado un Plan de manejo “Área natural protegida de Luxardo” que nunca llegó a presentar a las autoridades.

En su legado, pedía la colocación de carteles más grandes y visibles. El desmalezamiento del lugar, “siempre dejar como mínimo un metro y medio desde el borde del agua, ya que es un lugar de nidificación de algunas especies”.

Pedía también no extraer agua, salvo en forma excepcional y que no afecte el caudal de agua. Y, sobre todo, “señalizar la prohibición de cazar, entrampar, pescar, provocar incendio, arrojar residuos y extraer cualquier tipo de vegetales”, decía en el texto.

También buscaba establecer un plan mínimo de forestación con arbustos y plantas nativas y, no menos importante, “hacer participar a la comunidad educativa y vecinos en general para visitas con una agenda previa, evitando visitas masivas con el objetivo de valorar el lugar y la importancia de su conservación”.

La pista de carreras que se convirtió en un área natural
El legado de Luis Gaviglio. 
La pista de carreras que se convirtió en un área natural