Ignacio “Nacho” Pallini, un joven vecino de barrio Bouchard que padece Síndrome de Williams-una enfermedad madurativa asociada a otros problemas-, fue sorprendido en la noche de ayer por dos motochorros que le robaron su celular a punta de pistola mientras caminaba de regreso a su casa, según contó Paola, su mamá.

El hecho se produjo en la noche alrededor de las 22.30 de ayer en la esquina de Antártida Argentina y en Juan B. Justo, mientras el joven regresaba de la casa de su padre donde había cenado, con destino al hogar de su madre a solo dos cuadras.  

En determinado momento, dos motochorros a bordo de una moto estilo CG negra lo abordaron, uno de ellos bajó y tras amenazarlo con un arma, le sustrajo su celular Samsung Galaxy Core II.

“Me puso el arma acá”, dice Paola que le contaba todavía angustiado Nacho, mientras se señalaba la cabeza. El joven se volvió corriendo a su hogar, “angustiado, enojado y muy triste”, sostuvo la mujer.

El relato de la mamá de un joven con síndrome de Williams que fue asaltado a mano armada
Nacho Pallini

“Su contacto con el mundo”

Por su enfermedad, Nacho asiste al Centro de día de Apadim, que se encuentra cerrado por la pandemia, pero mantenía contactos diarios con sus compañeros y docentes mediante su teléfono. "Físicamente, Ignacio tiene 24 años pero por su enfermedad, mentalmente es un adolescente", admitió la madre.

“Para cualquier adolescente el celular es muy importante en su vida y para él mucho más por ahí maneja su comunicación con el mundo”, explicó Paola, que se lamentó ya que por la situación económica que atraviesa no se encuentra en condiciones de comprarle un teléfono a la brevedad para su hijo.  

“Por un tiempo va a tener que estar sin celular porque en seguida no le vamos a poder comprar otro. Esta tarde salió con su padre a recorrer el lugar a ver si podía localizar a los que le habían robado, pero es difícil recuperar un celular”, comentó la madre.

A su vez, la mujer se mostró reacia a efectuar la denuncia policial: “No es la primera vez que nos roban, ya a mi otro hijo también le sustrajeron el celular, perdimos cuatro horas para que nos tomen la denuncia y el aparato nunca apareció, así que no voy a ir a la Policía”.