El robo de motos en la ciudad de San Francisco y Frontera no cesa. No hace falta estadísticas para darse cuenta que este delito es una constante por esta zona. Cada día las víctimas utilizan las redes sociales para hacer catarsis y dar a conocer que están dispuestas a pagar por su rescate, algo peligroso pero para muchos más efectivo que hacer la denuncia policial. 

Según un relevamiento propio, en el último mes se llegaron a robar al menos tres motocicletas por semana. Muchos de estos casos no son denunciados porque los damnificados muchas veces son puestos entre la espada y la pared por los delincuentes para que se muevan rápido y puedan recuperar el rodado mediante el pago de un rescate, fenómeno que también aumentó.

La situación, grave por dónde se la mire, la cual lleva varios años instalada, preocupa a las autoridades policiales pero principalmente a los vecinos que utilizan este tipo de vehículo como herramienta de trabajo.

"Todos los días entro a facebook y hay una publicación nueva, no puede ser, te cortan las piernas. Salimos con miedo porque no les importa nada, te tiran de la moto, te pegan, te amenazan", relató indignada Zulma, quien trabaja como cobradora y sufrió días atrás un robo. 

Así como el robo de motos se fue instalando, en los últimos meses aumentaron en gran manera las consultas y las contrataciones de seguros contra robos. José Lozano, responsable de Río Uruguay, empresa de seguros en San Francisco, explicó que a raíz de la situación actual "crecieron de manera exorbitante las consultas y emisiones de póliza de cobertura contra robos de motos".

Lozano remarca que la cantidad de siniestros aumentaron en San Francisco, siendo principalmente ciertas marcas y modelos los más buscados por los ladrones, entre ellos las Honda (Wave o Biz) 110cc. y Honda Tornado 250cc.

Esta coberturas, cabe señalar, se puede contratar para cualquier moto. "El único requisito es que el vehículo tenga no más de 10 años de antigüedad", indicó Lozano. Además, explicó que el valor de la póliza depende del valor de la moto, pero calculó que ronda en unos $400 mensuales.

"Es importante destacar también que los valores que tienen hoy las motos no son los de antes", explicó Lozano. En ese sentido, hoy una Honda Wave o Biz -cero kilómetro- oscilan en los $100 mil las primeras y $200 mil las segundas, mientras que las Tornado (XR) alcanzan un valor de poco más de $380 mil. Así lo indica la página web oficial de la firma Honda

Según la información que brinda la Policía, en el último mes se recuperaron al menos 9 motocicletas en San Francisco y Frontera. Todas tenían pedido de secuestro.

El procedimiento

Lozano señaló que ante el robo de la motocicleta la aseguradora tiene un procedimiento que cumplir. "Se debe realizar la denuncia efectiva a través de los medios que indica la aseguradora. Se requiere unos 30 días para realizar el análisis y aceptar o rechazar el siniestro, aquí se analiza el caso para ver si fue un robo total, si la moto no aparece o si fue un auto robo y fraude", señaló.

"Una vez cumplido ese plazo se realiza la entrega de la documentación que consiste en la baja de la moto en el registro de la propiedad nacional y la compañía paga la indemnización correspondiente. Si aparece posteriormente, la moto queda en propiedad de la compañía, pero no aparece ninguna", detalló.

Rescate: el juego de la desesperación

Otro de los fenómenos que aumentó es el pago de rescates a cambio del recupero de la moto, aunque los datos acerca de este fenómeno no son oficiales ya que el requisito es que el damnificado no realice la denuncia. Se trata de negociaciones informales con los delincuentes que prometen devolver el rodado a cambio de sumas que rondan entre los $5 mil y $30 mil.

Para esto, las víctimas son citadas en lugares específicos donde hay vías rápidas de escape para completar la transacción. En el último mes, hubo varios casos similares y hasta lograron aprehender en Frontera a un joven que intentaba cobrar uno de estos rescates.

El modus operandi tiene como factor determinante la desesperación de la víctima por recuperar su moto de manera inmediata y la falta de confianza o de respuesta rápida de la Policía para recuperarla. Los delincuentes juegan con esa desesperación y dejan pasar unas horas, incluso verificando redes sociales y esperando que la víctima publique el robo -que generalmente lo hace en Facebook, Instagram o grupos de compraventa- .

"Apenas me la robaron lo publicamos en Facebook y pusimos que pagábamos rescate, además tratamos de averiguar por nuestros medios. Me llamaron con un número no identificado, varias veces, hasta que atendí. Era un hombre que me dijo que si quería la moto tenía que pagar 15 mil pesos. Tuve que ir a barrio Hospital, dentro de todo un lugar no muy peligroso", relató una de las víctimas.

En varias ocasiones, las motos son devueltas con el faltante de algunos accesorios: espejos, patentes o plásticos rotos. 

Otro de los damnificados fue interceptado por una patota cuando circulaba junto a unos amigos, lo hicieron caer y lo amenazaron para sacarle una moto Brava Nevada. La recuperó horas después, también al desembolsar $3500 en la localidad de Frontera. Los delincuentes consiguieron contactarse con él, luego de ver el ofrecimiento de rescate publicado por nuestro medio.

En tanto, para otra de las víctimas no hubo un final "feliz". Los delincuentes le pidieron una suma de $30 mil por su Honda Biz, pero el damnificado no podía pagarlo y tuvo que desistir de recuperarla, aún habiendo hecho la denuncia policial. Hasta el día de hoy no tuvo más noticias sobre su moto.

Según un relevamiento realizado por este medio, en los últimos meses las motos robadas en San Francisco y Frontera en su mayoría fueron 110 cc. entre las que se destacan las Honda Biz, Trip, Wave, Brava y Motomel.

Estafadores

Esta situación también genera la aparición de oportunistas que intentan estafar a los damnificados. Estos se contactan pidiendo un dinero por el rescate buscando que en la desesperación por recuperar la moto, la persona acceda al pago.

Unas de las personas que sufrió el robo de su moto -y que pagó el rescate- reconoció que fue una situación peligrosa porque quién llamaba no ofrecía garantías. "No estábamos seguros de que era así, era arriesgarse porque sé que cuando se enteran te llaman otros para sacarte la plata", relató.