A diario se viralizan, a través de las redes sociales, casos de maltrato animal. Con distintas características, se postean denuncias sobre animales en mal estado de salud o abandonados. Pero no siempre llegan a la Justicia.

Por fortuna, el caso de Mora sí se judicializó. Se trata de una yegua que fue hallada en mal estado de salud en un campo de Porteña y rescatada por la ONG “Bio Animalis”. Hoy, el equino se recupera en San Francisco.

“Mora es un caso de la Fundación. La sacamos de una situación de violencia animal, como todos los animales que nosotros tenemos bajo el amparo de la Fundación Bio Animalis. Mora es un caso muy especial porque la sacamos de un campo en jurisdicción de Porteña. La tuvimos que rescatar en plena pandemia, con todo lo que ello implicaba y el elemento humano que necesitábamos”, recordó Gretel Monserrat, al frente de la organización animalista.

El animal sufre principalmente en sus patas delanteras, aunque también en las de atrás una retracción en sus tendones, que hace que no pueda caminar con normalidad. Es más, pudo pararse luego de su rescate, ya que permanecía acostada durante todo el día, lo que le provocó escaras.

“Tiene una patología que es muy complicada. En sus patas delanteras, y algo en sus patas de atrás, tiene una retracción de tendones bastante importante. Sabemos que no la vamos a poder recuperar un 100 por ciento, pero la idea es brindarle una buena calidad de vida. Sabemos que tenemos más de dos años hacia delante con este tratamiento”, explicó Monserrat.

La abogada animalista aseguró que son intensos los trabajos que realizan para brindarle una buena calidad de vida, pero reconoció que lo hacen por amor. “Todos los días venimos acá, nos vamos turnando con mis compañeros para curarla, limpiamos el lugar, le acomodamos los pesebres y siempre vemos que esté todo normal, ya que ella es una yegua judicializada”, sostuvo.

La importancia de la denuncia

Bio Animalis insiste en la importancia de la radicación de la denuncia penal para poder actuar. “La denuncia penal ante todo, porque tenemos que frenar con esta violencia hacia los animales no humanos. Como sabemos, siempre el círculo de violencia se puede hacer más grande y extensible hacia los humanos. Yo entiendo que los procesos penales son largos, pero cuando una persona rescata un animal no basta solamente con rescatarlo, porque uno le saca el animal y la persona al poco tiempo vuelve a tener otro animal y vuelve a realizar una crueldad o lo tiene en una situación en que no deberían tener al animal”, explicó.

Y siguió: “En cambio mediante una denuncia penal ya tiene una sanción, entonces la persona lo piensa varias veces antes de volver a maltratar a un animal, porque no es lindo tener un proceso penal en causa, les van a pintar dedos, los van a imputar si corresponde y puede concluir con una sanción. Generalmente son suspensiones de juicio a prueba, esto implica sanción económica, trabajo comunitario que se puede extender hasta seis meses. Y la suspensión de juicio a prueba quiere decir eso, que está a prueba justamente por dos o tres años que no es nada lindo, yo digo que es una espada de Damocles que le pesa al probado”.