El 30 por ciento de los 467 beneficiarios de los módulos alimentarios que vienen entregando Cáritas Diocesana y Red Solidaria en San Francisco, durante la pandemia del coronavirus, son menores de 16 años. Un cuarto de ellos convive en un hogar con siete personas y hay casos donde no tienen un baño habilitado ni agua corriente. Un 10 por ciento de ellos, en tanto, tampoco tiene disponible conexión a internet, clave en tiempos donde no hay clases presenciales por lo que educarse se volvió una complicación para estos niños y adolescentes.

El resultado del relevamiento, según explicó a El Periódico el director de Cáritas Emilio Amé, les acerca una idea sobre cómo se encuentra la gente a la que llegan con alimentos: “Nos marca el camino para saber dónde tenemos que profundizar y poder cambiar una situación”, definió.

Amé explicó que fueron repartidos 127 cuestionarios con preguntas cerradas y abiertas para describir la población beneficiaria, resultando ser de 467 personas. También se relevó a adultos de 16 a 60 años y a mayores de 60.

Familias numerosas

Son unos 140 los menores de 16 que reciben el módulo alimentario, cuya mitad vive en los barrios Parque, La Milka, Hospital y Bouchard. En el 25% de los casos conviven con hasta siete personas.

- El 9% de los menores convive con 3 personas.

- El 22% convive con 4 personas.

- El 20% convive con 5 personas.

- El 12% convive con 6 personas.

- El 25% convive con 7 personas.

- El 3% convive con 8 personas.

- El 6% convive con 9 personas.

- El 3% convive con 12 personas.

Servicios y vivienda

El relevamiento muestra que un 12% de este grupo etario no tiene en sus hogares habilitado un baño, por lo que uitilizan pozos o letrinas. Dentro del resto que lo tiene, el 25% lo comparte con 7 personas, mientras que el 21% lo comparte con 5.

Respecto a servicios como el agua corriente, sólo un 4% no tiene en su vivienda, pero sí todos cuentan con energía eléctrica.

Al investigar sobre sus unidades habitacionales, un 20% de ellos viven en casas prestadas o usurpadas.

- El 59% en casa propia.

- El 17% en casa prestada.

- El 15% en casa alquilada.

- El 6% en casa IPV.

- El 3% en casa usurpada.

Prolifera la ‘changa’

El 70% de los jefes de familia de estos menores tiene un trabajo temporario y hace changas y sólo un 7% permanente.

- El 63% trabajo temporario.

- El 17% está desocupado.

- El 7% trabajo permanente.

- El 7% hace changas.

- El 6% es jubilado/pensionado.

Por otra parte, los resultados del trabajo presentado por Cáritas señalan que en un 59% de los hogares donde viven estos menores, el mes pasado no hubo ingresos por trabajo.

La encuesta también indagó sobre el tiempo en que los ingresos resultan insuficientes para estas familias, asegurando casi la mitad de ellos que desde un período de cinco meses.

- Para el 45%, desde los últimos 5 meses.

- Para el 28% hace “mucho tiempo”.

- Para el 15% hace un año.

- Para el 7% hace 2 años.

- Para el 5% hace 3 años.

Consultados sobre los tres mayores problemas que enfrentan las familias de los menores, lo enumeraron de la siguiente manera:

- Problemas económicos.

- Falta de trabajo.

- Problemas económicos y de salud.

Tiempos desde que recibe la ayuda

El 45% respondió que solicita la ayuda desde dos a cinco meses; el 28% hace “mucho tiempo”; el 15% hace un año; el 7% hace dos años y el 5% hace tres años.

Sin conectividad

En tiempo de pandemia y sin clases presenciales, aprender lleva un esfuerzo mayor para los estudiantes y también para quienes enseñan, ya que debieron apelar a la virtualidad. Y para ello hace falta conexión a internet. Según el informe, el 10% de los menores no tiene posibilidades de acceder a este servicio.


“Me quedo con ese diez por ciento, que es la situación más preocupante”

Amé sostuvo en base a los datos conseguidos sobre la situación de los menores de 16 años relevados, que lo que urge es brindar herramientas para tratar de mejorar diversas situaciones.

“Me quedo con ese 10 por ciento, quizás aumento un porcentaje de una cosa y bajo el de otro punto, pero que básicamente es esa cifra. Esa parte que no tiene acceso a internet, que no tiene baño o agua corriente. Considero que debemos trabajar más todavía sobre ese rango que es el que peor la está pasando”, consideró.

Por otra parte, el director de Cáritas Diocesana dejó una impresión personal que lo preocupa: “Me asusta que casi un cuarto de los chicos tengan un sólo dormitorio en la casa y convivan con cuatro o más personas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los abusos sexuales son intrafamiliares y con estas condiciones pueden existir riesgos”.

Cómo viven los niños y adolescentes a los que Cáritas y Red Solidaria asisten durante la pandemia
Emilio Amé, director de Cáritas.

En relación a esto, sostuvo que empezarán a dar charlas para prevenir abusos, entre otras cosas. “Cada ítem te marca donde reforzar acciones para prevenir ciertas situaciones”.

Otro aspecto que lo preocupa a Amé, en base a los resultados del trabajo, es el gran porcentaje de adultos –muchos padres de estos menores- que tienen trabajo temporario:

“Nosotros apostamos a la educación, con el comedor, la cooperativa de cartón de La Virgencita; uno busca darle de alguna forma estabilidad en los ingresos. Primero educación para que no dependan de otros y puedan tener la herramienta para salir de situaciones complicadas. Con el trabajo de la cooperativa se junta el dinero para comer, no sale de la informalidad pero le buscamos que sea un trabajo donde se le pague y se le reconozca el esfuerzo”, cerró.