Era abril de 1993 y en aquellos tiempos existía el Prode (Pronósticos Deportivos), un juego de apuestas -supervisado por la Lotería Nacional- muy popular en bares futboleros y charlas de café. Muchos sanfrancisqueños participaban, incluso alguno lo llegó a ganar.

Pero en barrio Catedral, quien estuvo muy cerca de la gloria fue Héctor Raúl Goyenechea, conocido popularmente como “Pichina”. Hincha fanático de El Tala y vinculado socialmente a esta institución porque era el club de su barrio.

“Pichina” jugaba, junto a otros compañeros, al Prode. Entre todos ponían algo de dinero y el propio Goyenechea, el que más sabía de fútbol según el grupo, era quién ponía los resultados. Y un fin de semana casi los acierta a todos, si no fuera por un gol polémico sobre la hora de Estudiantes que le impidió ganar el premio mayor.

En aquel momento había un partido de la fecha que siempre se jugaba el lunes por la noche. Este grupo de amigos ya tenía 12 puntos, por los resultados que se habían dado en la jornada, pero restaba ese último partido para completar la boleta.

Era un 12 de abril en el estadio “Tomás Adolfo Ducó” de Huracán. San Lorenzo hizo de local en Parque Patricios y recibió la visita de Estudiantes de La Plata. Fue 2 a 2 con gol del “pincha” sobre la hora y una desazón que duró al menos algunos días en este grupo de amigos.

“Era casi lógico, el último partido de la fecha y tenía que ganar el local”

Hugo Allasino fue uno de los protagonistas de esta historia. Junto a los hermanos Paviolo, Cerutti y Héctor Barovero (reconocido ex jugador de El Tala y padre del jugador de San Isidro Bruno Barovero)  aportaron para que “Pichina” juegue la boleta de la fecha 10 del Torneo Clausura de 1993.

“Estábamos reunidos en el restaurante El Altillo, el comedor que tenía mi hermano acá sobre Avellaneda. “Pichina” tenía la boleta, nosotros le dábamos el dinero y él la jugaba. Ya teníamos 12 puntos y necesitábamos que gane San Lorenzo”, relató Allasino.

“Faltaba poco, hasta me llamaron del canal para hacernos una nota y de varias radios porque ya sabían que íbamos a ganar. Me acuerdo que era casi lógico que gane San Lorenzo, pero Estudiantes lo empató sobre el final y nos quedamos sin nada. Fue una desazón bárbara”, rememoró.

“Pichina sufría como loco y Cerutti ni hablar, se fue enojado. Andá a saber que hubiese sido si ganábamos” recordó Allasino.

En aquel 2 a 2, José Luis Calderón adelantó a Estudiantes desde el punto del penal, pero el “cuervo” lo dio vuelta con goles del “pampa” Biaggio y del “diablo” Monserrat. Sobre la hora, también de penal, el “mago” Capria le dio el empate a los platenses.

El prode, en palabras de “Pichina”

En 2007, en su primera edición, El Periódico le hizo una nota a Héctor Raúl Goyenechea para la sección del ‘entrevistado incógnito’ que consistía en entrevistar a un personaje de la ciudad y que el lector adivine de quién se trataba.

En aquella oportunidad, “Pichina” contó con sus propias palabras este episodio.

“Siempre hacía una tarjeta combinada con otros compañeros: Barovero, Allasino y me acuerdo que había uno que me dijo yo no participo porque juegan Boca y River. Y me dice: ‘como le vas a poner a Boca ganador de visitante’”, señaló.

“El domingo fui a ver a Sportivo y a medida que pasaban los minutos iba preguntando los resultados y me faltaban dos: pum gol de Talleres que ganaba, pum gol de Boca que le ganaba River 2-0. Cuando terminó el partido le digo a Barovero que me lleve a El Tala porque creo que tenía 12 puntos y faltaba el partido de San Lorenzo y Estudiantes que se jugaba el día lunes”, relató Goyenechea en aquella oportunidad

“Yo no quería ver el partido, pero fuimos a comer a El altillo y a mirar el partido. De entrada, hay gol de Estudiantes y dije ‘que mal nos veo’. Luego pasó a ganar el cuervo 2-1 y faltaba poco, estábamos esperando, pero vino una jugada donde el juez de línea levanta la bandera porque la pelota se había ido afuera pero igual el jugador tira el centro…”, indicó.

“Como el defensor vio que levantó la bandera la agarró con la mano y el árbitro cobró penal.  En tiempo de descuento patean el penal y le pasa al aquero entre las piernas. Nos quedamos con esos 12 puntos”, recordó.

Un personaje muy querido

Goyenechea ya falleció y Hugo Allasino lo recuerda con alegría porque fue uno de los amigos del barrio de su infancia. Pichina era hincha fanático de El Tala y de Boca, jugó el baby en Belgrano, y hasta fue entrenador en el “albo”.

También tenía un fanatismo por la Selección de Básquet de San Francisco, incluso llegó a viajar en bicicleta para ver un Provincial en Villa María, otra de las historias dignas de rememorar.

“Era como de la familia. Mi viejo tenía la panadería y en un tiempo él era una especie de cadete de la panadería. Era un personaje muy conocido en el barrio Catedral y sobre todo en el club, más allá de su condición económica, estaba siempre en el club y siempre para participar o dar una mano”, recordó Allasino.

“Fue nuestro ayudante de campo cuando participábamos de la Liga Amateur, no prosperó como jugador, pero era un excelente pateador de penales. Eso sí, en arco chico, era muy bueno”, comentó.

“Y los resultados del Prode los ponía él porque se sabía todo. Leía mucho y sabía quién jugaba y quien no, quien estaba lesionado, todo. No sé lo que hubiese pasado si ganábamos, no sé tampoco cuánto hubiésemos ganado. Una fiesta en El Altillo para todos los amigos seguro íbamos a tener que hacer”, bromeó Allasino.

“Estuvimos ahí… casi lo ganamos, que hubiese sido la novedad más allá de lo económico. Pero uno lo tomó con tranquilidad. Después volvimos a jugar pero ni cerca”, concluyó