Al comenzar el invierno, el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono (CO) aumenta potencialmente. Su inhalación puede traer síntomas leves o en casos extremos ocasionar la muerte. Pero en mujeres embarazadas, el peligro aumenta ya que los daños en el feto pueden ser trascendentales.

En pocos casos sucede, pero el daño por aspiración de CO supone una situación de emergencia que requiere actuación rápida, sobre en todo en casos de formación del embrión. La gravedad de la afección en el bebé dependerá del estado clínico de la gestante, el tiempo de exposición, la concentración del gas y la edad gestacional.

¿Cómo y qué produce el monóxido de carbono?

Se trata de un subproducto de la combustión incompleta, que es incoloro, inodoro, no irritante y altamente tóxico. En la mayor parte de las ocasiones se produce cuando se quema algún combustible basado en el carbono. Algunos ejemplos son el gas natural, petróleo para calefacción, leña, troncos de madera reconstituida, gasolina, carbón vegetal y otros productos semejantes.

El monóxido de carbono provoca lo conocido como “la muerte dulce” porque es rápida, no alerta y no produce angustia.  Otros de los motivos para que el CO se origine es la insuficiencia de ventilación en los ambientes, la instalación de artefactos en lugares inadecuados, la falta de control y mantenimiento, el mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión, entre otros.

¿Qué se debe controlar con frecuencia?

Como no tiene olor ni color es casi imperceptible a nuestros sentidos y se hace difícil poder detectarlo. Por eso es recomendable chequear algunos puntos que pueden ser indicios de que algo anda mal.

Es sugerible controlar el color de la llama de los aparatos. Si es de un tono azul está dentro de lo correcto, pero si es amarilla o naranja, es un aviso. Asimismo, se debe prestar atención a la aparición de manchas, suciedad o decoloración en los aparatos que dan calor o en sus conductos de evacuación.

Síntomas generales

Una intoxicación leve por monóxido de carbono causa advertencias como dolores de cabeza, náuseas, mareos, dificultad para concentrarse, vómitos, somnolencia y falta de coordinación. Por otra parte, ante una exposición extrema y de alta concentración del gas, puede ocasionar perdida de la conciencia, convulsiones, deficiencia cardíaca, posible daño cerebral y hasta la muerte.

A partir de las recomendaciones, si cree estar sufriendo una posible afección por CO, desde Bomberos llaman a tomar medidas de rápido accionar como salir a tomar aire fresco inmediatamente, apagar los artefactos de gas, y si es posible sacar estufas y braseros fuera del hogar. Es fundamental mantener ambientes ventilados.

Por último, se debe concurrir con urgencia a un centro de salud y/o comunicarse inmediatamente con un servicio de emergencias médicas.