La natación es un deporte que no está dentro de las consideraciones para regresar en lo inmediato. Compartir pileta, el vapor del agua climatizada en invierno y el uso indispensable de los vestuarios hace que sea una de las actividades que tardará en habilitarse.

En ese marco, la nadadora Agustina Gay se mostró muy positiva de cara al futuro, contó cómo trabaja en cuarentena, el cambio de rutina que tuvo que enfrentar y el factor psicológico, clave en la motivación para esperar por el regreso.

"En los primeros días entrenaba atada en la pileta de mi casa, pero con la llegada del frío ya no lo puedo hacer. Ahora hago trabajos en seco, hago gimnasia, me compré algunos elementos y como estoy en el grupo de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Dakar 2022 (Selección argentina juvenil) por ahí también nos pasan ejercicios, estiramientos que me sirven mucho", indicó Agustina.

"Gustavo Pessot me prestó una máquina que imita los movimientos de nado en seco, no es lo mismo, pero me sirvió muchísimo y es muy efectivo", dijo la joven nadador del Sport. 

"Al principio lo tomé como una especie de vacaciones, porque había tenido poco tiempo de descanso, pero esto  se empezó a alargar más. Sin embargo, en lo psicológico está bueno poder hablar con los chicos del grupo JOV, manteneros en contacto, pensar en lo que se viene y no en todo lo que perdimos porque eso es malo para la mente", sostuvo.

Además, Agustina contó que aprovechó el tiempo para participar en actividades como charlas y videoconferencias. "Los entrenadores tratan de darnos ese tipo de recomendaciones, charlas de técnica, psicología, kinesiología y cada uno aprovecha, son optativas pero yo participé en todas porque todo sirve", añadió.

Buena inversión. "Recibo una beca de la secretaría de deportes y de la Agencia Córdoba Deportes, con eso me pude comprar elementos para hacer gimnasia en mi casa", contó Agustina.

Agustina Gay, mente positiva ante un cambio brusco de rutina

"Creo que no van a poder pedir las mismas marcas"

Gay explicó que el tiempo fuera de la pileta y de no poder entrenar con normalidad hizo que "todos los nadadores pierdan mucho" y se refirió al pedido que hizo Delfina Pignatiello de volver a entrenar. "Aunque puedas entrenar fuera del agua es un deporte comprometido porque perdés el contacto con el agua, en mi caso no es tan importante porque yo lo tomo como una actividad recreativa, pero ella está clasificada a los Juegos Olímpicos, sus rivales son europeas y ya están entrenando, eso la atrasa mucho y la perjudica porque también vive de la natación", señaló.

Además, en el plano personal, las marcas clasificatorias para las competencias venideras en cada estilo serán muy difíciles de alcanzar y espera que haya una adaptación. "En mi caso creo que las competencias que vienen, en las cuales te piden una marca para clasificar, seguramente se van a tener que adaptar, no van a poder ser las mismas marcas", indicó.  

Cambio de rutina

La joven nadadora tuvo que afrontar un cambio brusco de rutina. Agustina se levantaba muy temprano para nadar, luego iba al colegio, al gimnasio, a inglés y después volvía a nadar; todo eso se paró de un día para el otro y tuvo que acostumbrase a entrenar en casa.

"Fue un cambio muy grande para mí, fue duro, y ahora me acostumbré a trabajar así y se me va a hacer difícil volver a la rutina de antes. Vamos a tener que volver de a poco, con poca carga porque eso puede derivar en una lesión", dijo Agustina. Y agregó: "También va a ser importante poder participar en torneos porque eso te ayuda a posicionarte, a saber donde estás parado".

En ese marco, destacó que tuvo una fuerte preparación para el Campeonato de la República, donde consiguió dos medallas de bronce, una de plata y una de oro. "Volví del nacional y a la semana y media cerraron todo, hubo pocos días, pasé de entrenar mucho a no hacer casi nada. Me tenía que acostumbrar y no bajonearme, muchos compañeros se bajonearon, pero esa no es la idea porque sino no hacés nada", concluyó. 

Para finalizar, Agustina agradeció el acompañamiento de su entrenador Aníbal Gaviglio, a Gustavo Pessot y a su familia.