Los colectivos del transporte urbano de pasajeros desaparecieron de nuestras calles cuando el coronavirus avanzó sobre nuestra región. Y seguirán ausentes ya que la Municipalidad de San Francisco decidió no renovar el contrato con la empresa Autobuses Santa Fe que se venció el pasado 16 de mayo, vínculo que tenía más de una década.

La inactividad del servicio por la pandemia y la vigencia del aislamiento social y obligatorio fueron las causas de la decisión del intendente Ignacio García Aresca de no prorrogar nuevamente el contrato y no se analiza el llamado a una nueva licitación, por lo menos en el corto plazo.

¿Qué será entonces del transporte público de pasajeros en San Francisco? Por ahora su futuro es incierto, aunque todo hace presumir que los gigantes pintados de amarillo y blanco no volverán a marchar.

Según pudo saber El Periódico, en el caso de que el Gobierno local decida una vuelta de este servicio clave para la ciudad se haría pensando en un sistema reducido, con menos unidades y sobre todo más chicas, para no seguir dañando el deteriorado adoquinado ni las demás arterias.

Se sabe que los estudiantes eran los que más utilización les daban a los colectivos y en menor medida los trabajadores. También existía un grupo de adultos mayores que viajaban en ellos.

Aumento de pasajeros

Datos provistos por la Secretaría de Gobierno indican que en 2019 se cortaron unos 1.800 boletos por día, casi 800 más que en 2018, por lo que su uso iba creciendo. Además, se mantiene la demanda de boletos gratuitos y el año pasado fueron unos 600 estudiantes los que gestionaron el Boleto Educativo Gratuito (BEG), y unos 130 jubilados el Boleto del Adulto Mayor (BAM). En definitiva, casi la mitad de quienes utilizaban el servicio viajaban con estos beneficios.

Parate y replanteo: cómo podría volver el transporte urbano de pasajeros

Materia de estudio será también el horario de funcionamiento y su frecuencia que venía siendo de 35 minutos. El actual, para lo que realmente se utiliza, para el municipio dejó de ser el óptimo, por lo que se buscaría acotarlo y con menos unidades en la calle, aunque reforzando los horarios pico: cuando la gente entra y sale de trabajar y también cuando niños y adolescentes ingresan y se retiran de la escuela. Hay muchos momentos –reconocen desde el Palacio Tampieri- donde solo viaja el chofer. Por ejemplo, hubo domingos en que sólo se cortaron cinco boletos, ejemplifican.

Por otra parte, desde el Gobierno municipal pensarían en ofrecer a la ciudadanía más vías alternativas para circular, seguras y saludables como, por ejemplo, las ciclovías.

Lo que dijeron desde la Municipalidad

El secretario de Gobierno, Damián Bernarte, explicó a El Periódico en la semana que se espera a cómo se desarrolle la pandemia y la continuidad de la cuarentena. Mientras tanto, aseguró que el municipio ya analiza algunas posibilidades a futuro.

“Entre las posibilidades está la de llamar a un proceso de licitación similar al que vino llevándose adelante. También ver otra modalidad en la prestación del servicio u opciones que permitan circulación y comunicación fluida dentro de la ciudad. O también que no vuelva directamente por un tiempo”, indicó Bernarte, aunque las precisiones son escasas todavía.

El funcionario comentó que la decisión del Gobierno permitirá un ahorro mensual de más de 700 mil pesos a las arcas municipales, que era lo necesario para la operatividad del servicio sumado a un aporte provincial y a otro nacional.

Cabe recordar que la abrupta quita de subsidios al transporte público en la gestión presidencial de Mauricio Macri en 2019, un 75% de los fondos, generó que el municipio deba hacerse cargo de una parte importante del porcentaje de dinero que dejó de ingresar. El resto, un millón de pesos aproximadamente, salía de las arcas provinciales a través del Programa Provincial de Asistencia al Transporte Público de Pasajeros, destinado a municipios y comunas a través de subsidios no reintegrables.

Bernarte explicó que se venía trabajando en los nuevos pliegos para el llamado a licitación a inicios del mes de marzo, pero el avance del coronavirus cambió los planes. Previo a la cuarentena obligatoria, ya el municipio había decidido cortar el servicio como medida de prevención sanitaria, al mismo tiempo que se cerraron, por ejemplo, las escuelas.

Sin los colectivos en las calles, en un contexto de emergencia económica por una recaudación en abrupta caída, se decidió no prorrogar el contrato con Autobuses Santa Fe ni pasar por un proceso de licitación, fundamentó el funcionario sobre la medida.


¿Se podría municipalizar el servicio?

Bernarte sostuvo que es una opción que está en estudio “dentro de una vuelta con un sistema diferente”.

Pero, en caso de hacerlo, la Municipalidad deberá asumir ciertas responsabilidades que hasta marzo tenía la empresa concesionaria. Entre ellas, los costos que implica el mantenimiento de las unidades y un dato no menor como la siniestralidad en caso de daños producidos a terceros.

Por otra parte, con el dinero que ya se invertía más el apoyo provincial desde el Gobierno local creen que sería factible poder sostener el servicio por cuenta propia. La decisión se hará esperar un tiempo más.