No es fácil consolidar un proyecto deportivo en un pueblo. Y si bien el club Brown de San Vicente tiene un importante respaldo económico, eso no garantiza el éxito deportivo. En los últimos años esta institución reestructuró el fútbol, una de las tantas disciplinas que se practican en el club, de la mano de dos sanfrancisqueños: Iván Juárez y Mario Juárez.

Brown es el último campeón absoluto de la Liga Rafaelina, con todo lo que eso significa, y se encuentra en la segunda fase del Torneo Regional Amateur -competencia hoy suspendida por la pandemia-.

Iván Juárez es el coordinador general del club y hace cinco años que se encuentra vinculado con la institución. En dialogó con El Periódico, el ex Sportivo Belgrano contó cómo gestó este proyecto, cómo lo puso en marcha y dejó algunas consideraciones sobre la notable diferencia entre el fútbol de nuestra ciudad y de Rafaela.

“Armamos una estructura casi nueva”

Este es el quinto año de Juárez en Brown. Comenzó como coordinador de inferiores, tuvo un breve lapso como entrenador de primera y hasta le ofrecieron continuar en ese cargo, pero prefirió seguir vinculado desde otro lugar. Su visión iba un poco más lejos.

“Presenté un proyecto para coordinar todo el fútbol, desde primera hasta las infantiles. Lo charlamos con Daniel Bianchotti -presidente del club- con las necesidades y objetivos que tenía la institución, lo aprobaron y a partir de ahí armamos una estructura casi nueva que se desarrolló casi a la perfección”, explicó.

Este proyecto se corona con el título absoluto de primera conseguido en 2019 y el mérito de jugar el Torneo Regional Amateur. “Salir campeón con un equipo de pueblo en una liga como esta no es fácil porque entrenás un día menos y competís con clubes como Atlético Rafaela, 9 de Julio, Ben Hur, Unión o Libertad”, señaló Juárez.

“Tenemos muchos chicos de San Francisco que tienen un gran nivel, se armó un gran equipo y un gran grupo. Pero la prioridad que tenemos con el DT de primera Maximiliano Barbero es hacer hincapié en los chicos de inferiores porque ese es el proyecto del club. Hay chicos como Facundo Hang, César Berazategui que son 2001 y ya están en primera, Maximiliano Bustamante, Lautaro Díaz…”, mencionó.

“Y el Regional Amateur era un desafío importante para el club y también para nosotros porque tenemos muchas responsabilidades, trajimos a Alberto Luque, Nico Castro -ex Instituto, Newells y Atlético Rafaela, entre otros- y Pablo Pavetti. Estábamos disfrutando un año histórico, es más este mes el club cumple 100 años, se generaron otros sponsors, tratamos de darle otro nivel y se hicieron muchas cosas importantes. Me siento muy respaldado por las decisiones que tomamos para con el presidente y el gerente deportivo del club”, explicó Juárez.

Inferiores competitivas

Otro de los planes de Brown de San Vicente era participar en el Torneo Regional de Inferiores de AFA junto a Racing de Córdoba, Sportivo Belgrano, Las Palmas, entre otros equipos. Además, también participaba en la Liga Juvenil de San Francisco donde es actual subcampeón de la división Sub-14.

En 2019, se consagró campeón en quinta y séptima división en la Copa de Plata de la Primera A en la Liga Rafaelina.

Vínculo con San Francisco

Juárez se instaló en Rafaela hace más de 15 años cuando llegó para sumarse a Atlético. Si bien luego su carrera pasó por Banfield, Ferro, Mitre de Santiago del Estero e incluso Sportivo Belgrano, su familia se arraigó en Rafaela.

Pero más allá de ello, tiene un vínculo estrecho con San Francisco. Su hermano Mario también trabaja en Brown y es uno de los artífices de la restructuración que hizo el club con respecto a los jugadores que llevaban de nuestra ciudad.

Esta situación le permitió tener una perspectiva más amplia: nutrirse no solo del fútbol rafaelino sino también del fútbol sanfrancisqueño. “Mario vive allí y nos va allanando el camino, hemos cambiado la metodología porque Brown siempre trajo jugadores de San Francisco, pero cambiamos algunas cosas que resultaron positivas: los chicos de quinta vienen en otro horario porque entrenan con primera, ahora tienen una traffic y antes era un colectivo donde venían todos juntos. Pero lo más importante que logramos es que la mayoría de los chicos sean de Brown, entonces el 95% de los jugadores tienen el pase en el club. Además, es menor el presupuesto porque formamos a los jugadores para la primera, antes el presupuesto iba todo para la primera y era mayor”, señaló.

“Pero yo siempre digo que los proyectos son del club, yo puedo presentar un proyecto pero si el club no está dispuesto o no está preparado lo hablamos 10 minutos y ahí se acaba. Por eso digo que esto lo impulsa el club que tiene la decisión de crecer”, agregó Juárez.

“Cuando llegué a Brown teníamos solo 4 categorías en inferiores, jugaban contra Atlético Rafaela y la diferencia era muy grande. Hoy ya no, cumplimos el objetivo de tener a las cinco categorías. El club nunca jugó la Copa de Oro y este año queríamos llegar a jugarla, pero se paró todo por la pandemia”, señaló Juárez.

San Francisco, otra mentalidad

Las comparaciones son odiosas y los factores que influyen en esta determinación pueden ser varios, pero existe una diferencia abismal entre el fútbol de San Francisco y el de Rafaela. La vecina localidad santafesina tiene a seis equipos compitiendo en liga federada -tres en competencias de AFA- y nuestra ciudad solo tres en liga -y uno en AFA-.

En nuestra ciudad se han perdido los viejos clásicos de barrio cuestión y la competitividad entre clubes ya no es pareja porque los objetivos también son distintos. Juárez dio su visión sobre esta perspectiva.

“Nací en San Francisco, yo juegue la Liga Amateur en Frontera y uno recuerda los viejos clásicos que se perdieron por la misma idiosincrasia de los sanfrancisqueños de creernos más en cierto momento. También yo creo en cierta forma que los chicos están mucho tiempo en el baby”, explicó.

“Acá en Liga Rafaelina los chicos 2008 ya juegan en cancha de 11, no hay baby, juegan en la cancha principal y hay una diferencia muy grande porque hay muchos equipos, mucha competitividad y eso te da la posibilidad de apostar por el club de barrio, de apoyar el desafío de seguir creciendo. Me ha pasado que he traído chicos que allá son cracks y acá estuvieron de paso…”, destacó.

“Pero me pone contento ver que hay clubes que se reestructuran como La Milka o Iturraspe porque San Francisco lo necesita. Hay que cambiar las cabezas, pero creo que el proceso tiene que venir desde abajo, apuntar a los más chicos y entrenarlos como se lo merecen”, indicó Juárez.

“En Rafaela también pasó que Atlético marcó la diferencia y a partir de ahí de alguna forma todos han copiado ese modelo. En San Francisco hay muy pocos equipos para llegar a eso…”, explicó.