El presidente Donald Trump redobló hoy la presión sobre los gobernadores de Estados Unidos para que se endurezcan frente a las manifestaciones de protestas contra la violencia policial y cargó contra el mandatario del Estado de Nueva York que se negó a aceptar el envío de la Guardia Nacional para reprimir los disturbios por la muerte del afroamericano George Floyd.

"Ayer fue un mal día para los hermanos Cuomo. Nueva York se perdió para los saqueadores, matones, radicales de izquierda y todas las demás formas. El Gobernador se niega a aceptar mi oferta de una Guardia Nacional dominante. Nueva York fue hecha pedazos", disparó Trump a través de su perfil en la red social Twitter.

El blanco de la crítica fue el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, que ayer rechazó el ofrecimiento de colaboración de las fuerzas federales por parte del jefe de la Casa Blanca para reprimir a los manifestantes que protestan por la muerte de Floyd, fallecido el 25 de mayo pasado en Minneapolis, en el Estado de Minnesota, centro norte de Estados Unidos.

"Gracias, pero no gracias", le respondió Cuomo al presidente estadounidense Trump.

Cuomo y el intendente de la ciudad de Nueva York, Bill De Blasio, decretaron anoche el toque de queda en la Gran Manzana, que volverá a ser impuesto esta noche a partir de las 20 hora local.

Sin embargo, la disposición no ha impedido los altercados en la urbe, donde más de 500 personas fueron detenidas durante las protestas, sobre todo en Manhattan, pero también en Brooklyn y Bronx, según informó hoy la policía local.

Trump comparó la situación en Nueva York con la de Washington, donde, a su juicio, "no hubo problemas anoche" aunque sí "muchos arrestos".

"Gran trabajo por parte de todos. Fuerza abrumadora. Dominio", tuiteó en otro mensaje, en el que también destacó que en Mineápolis, donde fue asesinado Floyd mientras era detenido, la situación fue "magnífica".

En su hilo de tuits, el mandatario no hizo, en cambio, ninguna alusión a la polémica suscitada por su visita a una iglesia próxima a la Casa Blanca, que obligó a las fuerzas de seguridad a desalojar por la fuerza a manifestantes pacíficos que se encontraban en la zona.

En declaraciones a la cadena CNN, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, manifestó su sorpresa, "y francamente enfado", porque "personas que no estaban violando el toque de queda y que no parecían haber provocado un ataque, fueron atacadas por parte de las fuerzas de seguridad federales" que recibieron instrucciones de limpiar el camino para el presidente.

"En ningún momento pensamos que fuera adecuado que personas que no habían violado el toque de queda ni ninguna otra cosa recibieran tal trato", insistió la alcaldesa.

Consultada sobre la posibilidad de que el Ejército se desplegara en la capital para ayudar a las fuerzas de seguridad, Bowser ha considerado que sería "inapropiado".

"La Policía tiene poderes policiales y traer al Ejército a hacer tareas policiales es inapropiado, en cualquier estado, en Estados Unidos, sin el consentimiento del Gobernador y sería inapropiado en Washington", opinó.

Las protestas en más de 50 ciudades norteamericanas se desataron luego que Floyd falleciera tras ser asfixiado por un agente de policía mientras le apretaba con una rodilla el cuello en plena calle de Minneápolis.

Tras la detención del policía acusado, la familia del hombre afroamericano de 46 años, reclamó que los cuatro policías de Minneapolis involucrados sean acusados de asesinato.

Fuente: Télam