Son emprendedores, comerciantes e industriales que este 2020 tenían metas y sueños por cumplir, pero con la llegada del coronavirus sus planes tuvieron que reconvertirse y adaptarse a estos tiempos de incertidumbre.

Carlos es el propietario de Le Bar -Iturraspe 1241-, que comenzó como cafetería y bar pero que en medio de la cuarentena tuvo que reinventarse para continuar trabajando. Anexó fiambrería, panificaciones y otros productos para seguir abierto, mientras aguarda la flexibilización de actividades para bares.

“Comenzamos a trabajar como cafetería por la mañana y bar por la tarde-noche. Ofrecíamos picadas, comidas, piadina -sándwich italiano-, habíamos agregado más de 70 variedades de cócteles y cervezas artesanales. Recibíamos mucha gente a comer o a picar algo, pero cuando comenzó la cuarentena y no se pudo tener más abierto, decidimos hacer un cambio de rumbo y explotar la opción de proveeduría, para la cual ya teníamos habilitación”, cuenta el comerciante.

Para llevar adelante este cambio de rumbo, Carlos tuvo que ocupar parte donde se encontraban las mesas del bar para colocar un mostrador, heladera y una estantería con nuevos productos. Además de realizar una importante inversión en época de vacas flacas e incertidumbre. 

A la cuarentena, le buscaron la vuelta con sus negocios

Reactivación lenta

“Teníamos una variedad de quesos y fiambres pero tuvimos que invertir para tener mayor stock. Lo que me sucede es que la gente no nos tiene identificado como fiambrería, estoy seguro que el vecino que vive a la vuelta de la cuadra no está enterado de que ofrezco estos productos, hay mucha gente que no se maneja a través de las redes sociales. La reactivación se está haciendo muy lenta”, reconoce.

Recién la semana Le Bar pudo comenzar a servir café al paso, pero con la dificultad de que el cliente de San Francisco no tiene la costumbre de llevar su infusión, sino que prefiere disfrutar la bebida en el local. 

Para Carlos, el anexo de fiambrería será un cambio permanente para su comercio. Su idea es que cuando se habiliten la apertura de bares y comedores Le Bar “funcione como una especie de bodegón antiguo, que de paso no hay ninguno en la ciudad”.

Cambio radical

Ariel es propietario de Sónico, un local de venta de controles remotos ubicado en Iturraspe 1479. Desde hace 11 años trabaja en la comercialización y reparaciones de dichos aparatos, pero desde hacía tiempo tenía la idea de hacer un cambio radical en su emprendimiento.

La llegada de la cuarentena le dio el empujón para comenzar a vender y rematar todo lo referente a su comercio como controles remotos, joystick, accesorios de videojuegos y los mismos muebles para proyectar su nuevo emprendimento: un local venta de ropa para hombres y mujeres.  

“La pandemia no me afectó. Es más, trabajé bastante y me dio el envión como para encarar el cambio de aire. Cuando venda los últimos muebles ya cerraré el local para comenzar a refaccionarlo. El resto de la mercadería que me quede la venderé por medio de redes y me voy a dedicar a venta de indumentaria para mujer y hombre”, cuenta.

De todos modos, la idea de Ariel es continuar vinculado al rubro de los controles remotos por un tiempo más, al menos hasta que su nuevo negocio comience a andar.

A la cuarentena, le buscaron la vuelta con sus negocios

Reforzar la presencia en redes y ampliar horizontes

AgroMade es una industria del Parque Industrial dedicada a la fabricación de repuestos para tractores, a la que el cese de actividades por la cuarentena obligó a reforzar su presencia en internet y en las redes sociales para concretar operaciones comerciales.

El titular de la firma, Víctor Cesca, sostiene que el parate de la actividad no lo agarró desprevenido. “Seguimos con vinculación agraria y comenzamos a importar distintos accesorios vinculados al rubro”, señala.

El industrial remarca la tarea de su hijo Matías, que se puso al frente de la comercialización online y de la actualización constante de sus redes sociales. “Veníamos reforzando ese trabajo de venta y la cuarentena nos obligó a darle más importancia todavía. Es un trabajo diario y es un poco también el futuro para muchos rubros”, asegura.

La firma viene de un trabajo de proyección de hace unos tres años que abarcó la extensión a productos de otras marcas, que también los ayudó a sortear esta situación.