Las clínicas privadas de la ciudad atraviesan un momento crítico, según estimaron desde el Centro Médico San Francisco, están trabajando solo a un 25 por ciento de su capacidad de atención desde que se desató la pandemia por el coronavirus.

El presidente de la entidad, Luciano Stoppani, manifestó que los pacientes prácticamente desaparecieron de las consultas, las prácticas médicas se redujeron al mínimo y los tratamientos quedaron inconclusos por miedo a contraer el Covid-19.

Además, se quejó que algunas obras sociales están haciendo todo lo posible para “meter miedo” a sus afiliados y que pospongan sus atenciones.

“Les hacen presentar una declaración jurada al paciente para que desliga de responsabilidad a la obra social ante el caso de una intervención, son todas maniobras intimidatorias para no cubrirle los tratamientos a las personas. Y nosotros no vamos a permitir estas maniobras, no podemos atender lo que se les ocurra, una persona no tiene por qué verse imposibilitado de atenderse”, se quejó el médico.  

Mesa de trabajo

Luego del “bocinazo” del pasado lunes 25 de mayo, llevado a cabo por médicos autoconvocados de toda la provincia, los profesionales sanitarios continúan en reuniones y mesas de trabajo no solo para abordar y denunciar las amenazas que registra el personal médico, sino también para reclamar el pago del bono prometido por el gobierno nacional y hacer frente a las acciones de las obras sociales.

“Se está armando una mesa de trabajo provincial entre la Asociación de Clínicas privadas, el Consejo de Médicos, Médicos Unidos, el sindicato médico para trabajar en futuros reclamos e ir analizando la situación del sector. El ‘bocinazo’ fue un gran llamado de atención que surtió efecto y en el caso que no se nos pague el bono a los agentes de salud y en la medida que los sueldos sigan siendo bajos vamos a seguir reclamando”, adelantó Stoppani.