Por fuera el Fiat Uno de Luis González es uno más de los que se puede encontrar en la calle, pero cuando abre el baúl hay un impresionante equipo de audio con una potencia tan grande que puede escucharse desde varias cuadras.

Hace unos años empezó a construir este tipo de aparatos a pedido de sus amigos y de a poco lo transformó en una pasión competitiva. Tantas horas y dinero invertido en estas cajas de audio le permitieron ganarse un espacio en los certámenes en diferentes partes del país donde hay  competencias de audio.

Su esfuerzo dio frutos y días atrás se consagró campeón de la Competencia Nacional de sonido en la categoría Bass Battle. Estos certámenes son organizados por el ente Usaci y a la final se clasifica en función de los puntajes acumulados en el cronograma prefijado. Para ponerlo en términos futboleros es como el Ranking FIFA.

El "Unito" de Lucho en una competencia
El "Unito" de Lucho en una competencia

Fuerte y claro

Para muchas personas quizás suene extraño que haya certámenes de este tipo, otros tal vez lo asocien al tunning y de hecho, Lucho encontró ahí su camino hace varios años. Ese "tunning de la vieja escuela" como lo llama él era algo muy diferente.

En las competencias de sonido todo pasa por los decibeles, buffer y las cajas que no solo suenan fuerte sino también lo hacen con gran potencia y claridad, lo suficiente para gustar y disfrutar. 

"Empecé ayudando a mis amigos a armar sus equipos de audio y me consultaban por lo que les pasaba, después empecé a hacerlo para mí hasta que un amigo me pasó parte del equipo que hice. Justo vino la pandemia y aproveché a armar parte de lo que quise inventar. Logré que sonara muy bien", contó a El Periódico.

En Entre Ríos, Luis conoció a tres expertos internacionales que valoraron su apuesta en la competición.
En Entre Ríos, Luis conoció a tres expertos internacionales que valoraron su apuesta en la competición.

Una vuelta del destino

Todos los días después de trabajar en la fábrica y a la tarde hacer trabajos individuales se encerró a pensar cómo sería el equipo de sus sueños. "Diseñé tres especies de cajas turbo para Open Bass (a cielo abierto) y es tan grande que no tiene más asiento de atrás el ‘Unito’. Lo bueno es que suena muy fuerte, pero también muy clarito", describió. 

Su auto tiene 12 años, pero el equipo es una máquina única hecha a mano, a pulmón y ejemplo de su propia superación personal después de diferentes golpes en su vida que lo hicieron reaccionar. 

Con su "humilde" equipo fue a la competencia de sonido que se hizo en la exposición de tunning en San Francisco. Probó con autos que tienen más trayectoria "medir" cuantos decibeles era capaz de aguantar el Fiat Uno y el resultado fue sorprendente: salió tercero

En adelante, empezó a viajar a todas las competencias del Usaci, el organizador de estos certámenes, y se hizo de un nombre en el ambiente. Su objetivo era que conocieran a Frontera, la localidad donde vive y lo que se puede hacer para superarse

El campeonato

En un corto lapso de tiempo el equipo de Luis se abrió paso llegando al puntaje necesario para la clasificación a la última batalla nacional que fue en Entre Ríos. Allí obtuvo el primer premio en Bass Battle (con puntaje perfecto) y un tercer puesto en la categoría Street siendo la primera vez que llegaba a este nivel. 

"Me traje una medalla por el tercer lugar y otra de oro en categorías distintas. Cada una de ellas tiene mediciones estipuladas a alcanzar y ahí está la destreza de quien tiene el equipo de audio que logra que suene mejor que todos", señaló. 

Fue una absoluta sorpresa personal porque en la categoría que ganó consideraba que no daba el target y sin embargo dio el batacazo con la medición perfecta de 119,99 decibeles

"En Street cielo abierto sabía que no iba a ganar porque los equipos de otros autos sonaban mucho más fuerte. En eso me llamaron y debido a la cantidad de participantes en Bass Battle usaron la modalidad de medición por decimales. Elegí anotarme último para ver qué pasaba. Después hice dos mediciones y logré la medición máxima considerada perfecta", finalizó. 

Dedicatoria especial

Lucho le regaló su nuevo logro a su pareja Rosana, a ese vecino amigo del barrio San Roque que le ayudó a rearmar el equipo durante toda la noche para que no desistiera de competir y deseó que su padre esté orgulloso. 

"Cada vez que me supero pienso en mi papá. Cuando armé la primera vez el equipo me decía ‘vos estás loco, suena muy bien, pero estás loco’. Hice muchas cosas que lo hicieron poner contento, otras de las que estoy muy arrepentido, hoy creo que es bueno que me hayan pasado para darme cuenta que no era esa persona. Hago todo esto para decirle perdoname por haberte fallado, lo hago por él", dijo emocionado.